El daño a los nervios y los vasos sanguíneos en el pie diabético puede provocar úlceras o infecciones.

Es importante un cuidado adecuado para prevenir complicaciones.  Estas son algunas pautas:

Higiene y cuidado de los pies

  •  Revisarse los pies todos los días, y con más atención entre los dedos.
  •  Lavarlos a diario, aclarar y secar bien, sobre todo entre los dedos.
  • No poner nunca los pies a remojo.
  •  La temperatura del agua debe ser tibia. Comprobarlo con el dorso de la mano.
  • Aplicar una solución hidratante una vez al día, pero no entre los dedos.
  •  No usar bolsas de agua caliente, ni cojines eléctricos. (La sensación de frío está motivada más por la neuropatía diabética que por la circulación insuficiente).
  •  No acerque los pies a los aparatos de calefacción.
  •  Ponerse calcetines por la noche si tiene los pies fríos.
  •  Evitar cremas y preparaciones abrasivas (por ejemplo, callicidas).
  •  Llevar calcetines sin rotos, remiendos, o refuerzos. Deben ajustarse al pie sin pliegues ni dobleces.
  •  No caminar descalzo más de lo estrictamente necesario.
  • Limar las uñas y si no se puede, cortarlas con tijeras de puntas redondeadas.
  • No cortar nunca los callos o durezas.
  • Reposar siempre un pie dañado o inflamado. No tiene que estar elevado. La posición más adecuada es extendido recto sobre un taburete o un sillón.
  •  Si hay infección es necesario el reposo en cama unos días.... o semanas.
  •  Si nota cambio de color, o de temperatura, o hinchazón, o alteraciones en
  • la piel, o se da un golpe, consulte con su médico.
  • Encender siempre las luces cuando se levanta de la cama por la noche.
  •  Retirar del paso los objetos bajos, como mesitas, taburetes, etc.
  •  Fijar o retirar las alfombras. Fuera las alfombrillas al pie de la cama.

El calzado adecuado

  • Los zapatos tienen que estar ajustados, sin comprimir. Deben ser de piel suave.
  • - La suela debe ser de 1 cm. de grosor, como mínimo, y de material antideslizante.
  • - La piel debe ser flexible y no hacer pliegues rígidos.
  • - Tendrán una altura suficiente en la delantera para que no aprieten en los nudillos
  • - El tacón tiene que ser tan ancho como el talón del pie.
  • - Cambiar de calzado durante el día para evitar zonas de presión.
  • - Inspeccionar los zapatos por dentro antes de ponerlos, por si hay algún objeto extraño, un repliegue o saliente u otro elemento que pueda lesionar el pie.
  • - Utilizar progresivamente unos zapatos nuevos.
  • - Cuando unos zapatos han provocado una lesión, hay que retirarlos.
  • En casa caminar siempre con zapatillas, con el contrafuerte subido, no pisado.

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