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Luzuriaga Tafalla: hambre o muerte

hambre o muerte, rebaja de salarios o despido, esto es lo que nos viene a decir la dirección de Fagor Ederlan Tafalla S. Coop., en la carta remitida con fecha de 7 de octubre de 2009, a todos los trabajadores no cooperativistas. El fin de dicha carta nos dicen que es el de "explicarnos personalmente la propuesta de la cooperativa" que en síntesis se concreta en que o aceptamos al 100% lo que ellos proponen, o 124 trabajadores no socios van a la calle.

Lo que en toda la historia de V. Luzuriaga no se han atrevido hacer los patrones capitalistas, ahora lo plantean los propios trabajadores cooperativistas. Aquí se han dado situaciones de crisis muy difíciles de superar, llegando al cierre de la factoría matriz, como era Pasajes, con una plantilla que superaba los mil trabajadores y no hubo ni un solo despido. Se articularon otras medidas no tan drásticas. También en Tafalla fuimos capaces de capear la situación, cuando el anterior gerente Sr. J. Fernández de Aguirre quiso despedir a los compañeros que en aquel momento tenían contratos de 400 y 800 horas y, entre todos también los cooperativistas que hoy plantean los despidos, logramos impedirlo.

Ahora, ¿por qué la empresa sólo plantea medidas traumáticas y recurre a la solución más negativa para los trabajadores, de sólo socializar las pérdidas, llegando al despido?

En la carta emplean un lenguaje impropio de una dirección de empresa y en algunos casos, además, no se ajusta a la realidad de los hechos. Se acusa al comité de empresa de falta de capacidad para llegar al acuerdo con la empresa. Pero lo que no dicen es que hasta ahora no han pretendido la negociación, sino la imposición de su propuesta.

Cabe decir que en cuatro meses se ha realizado una sola propuesta por la parte social que no se ajusta a la realidad. De forma verbal y tanto las centrales sindicales como el comité hemos manifestado nuestras preocupaciones y propuestas respecto a la situación de la empresa. Lo hemos hecho a través de diferentes comunicados expuestos en los tablones. Ahora bien, si esto no vale nada, ése es otro tema.

Es asombroso que se nos acuse de mentir en las declaraciones a la empresa, cuando dicen: "Que dejemos de insistir en la intención de la empresa, de convencer a los trabajadores para que se hagan socios o la calle", cuando acto seguido presenta un expediente que contempla 124 despidos de trabajadores no socios. La falta de credibilidad de la empresa queda al descubierto.

Como trabajadores y como representantes podemos equivocarnos en nuestras valoraciones o conclusiones, pero no mentimos. La empresa ha mentido. Dijo que no hacerse socio no iba a tener ninguna repercusión negativa ni discriminatoria para nadie y luego plantea el despido de 124 trabajadores no socios. Dijo que se iban a realizar inversiones en determinados plazos y no realizarlas, creó falsas expectativas que no está cumpliendo.

Lo que para nosotros resulta inaceptable es que una persona en función de un cambio en su estatus social, laboral o económico, cambie y reniegue de su pasado y de sus principios laborales, como estamos comprobando entre los cooperativistas. Deseamos que estas actuaciones sean minoritarias y que no se vuelvan a repetir. Aquí todos somos trabajadores.

La dirección de la cooperativa nos dice que no quiere acuerdos individuales, pero a quien está dispuesto a bajarse el sueldo, lo sacan de la lista de despedidos y meten al siguiente insumiso, como nuevo despedible. Estamos sufriendo una situación de violencia ejercida por la dirección de la cooperativa cuya consecuencia son 124 despidos sobre la mesa.

En esta situación tan crítica, nos reafirmamos: queremos continuar trabajando en una empresa con futuro, con viabilidad. No aceptamos despido alguno. En definitiva, queremos un acuerdo que garantice nuestros puestos de trabajo. Cualquier acuerdo debe ser de aplicación para todo el colectivo de trabajadores. Hacemos un llamamiento para que no se tome la acción individual de rebajarse el sueldo, para salvar su puesto de trabajo. El sálvese quien pueda es la peor de las opciones que podemos plantear.

Exigimos una salida digna. Es imprescindible la solidaridad y el compañerismo, evitando en todo momento acciones individuales que nos debilitan a todos.

(*) En representación de la sección sindical de LAB