ÚLTIMAMENTE, desde diversas instituciones públicas y al abrigo de la crisis y la necesidad de realizar recortes, intentan hacer cuajar en la sociedad mensajes sobre el supuesto lujo de las escuelas infantiles de 0 a 3 años. En este sentido, desde la Plataforma 0-3 de Navarra, deseamos compartir con la ciudadanía una serie de reflexiones:
1. La educación, nunca, y repetimos, nunca, puede entenderse como un gasto o una carga económica para la sociedad, sino como una inversión, una aportación de cara al presente y al futuro.
En este sentido, una comunicación de la Comunidad Europea de febrero de 2011 de la Comisión sobre Eficiencia y equidad en los sistemas europeos de educación y formación señala que:
"Los beneficios de una educación y unos cuidados de la primera infancia de calidad son numerosos desde el punto de vista social, económico y educativo. La educación y los cuidados de la primera infancia desempeñan una función esencial, ya que sientan las bases necesarias para mejorar las competencias de los futuros ciudadanos de la UE".
2. Está claramente demostrado (y seguimos con la comunicación mencionada) "que los niños que tienen acceso a servicios de educación y cuidados de calidad en la primera infancia obtienen resultados mucho mejores, equivalentes a un avance de uno o dos años escolares, en pruebas internacionales sobre competencias básicas, como Pisay Pirls".
3. Aunque las escuelas infantiles tienen un carácter marcadamente educativo, es de reconocer que colabora de manera importante como un servicio en la conciliación laboral y personal de las familias, y que, de este modo, si la sociedad actual ha fomentado el acceso de la mujer al mercado laboral, y queremos seguir fomentando la natalidad, es imprescindible la oferta de una escuela 0-3 de calidad. Las familias deben poder elegir desde el principio cómo quieren educar a sus hijos e hijas y saber con total claridad cómo funcionan las escuelas infantiles que acogen a sus criaturas, sabiendo cuáles son los derechos y las necesidades en este tramo educativo.
4. En este sentido, y retomando la información recogida de la Comunidad Europea, "unos servicios de educación y cuidados de la primera infancia de alta calidad permiten a las familias conciliar mejor sus responsabilidades familiares y profesionales, con lo que mejora su empleabilidad. No solo contribuyen a la educación futura de los niños, sino también a su integración en la sociedad, generando bienestar y facilitando su empleabilidad en la edad adulta".
5. Para llevar a cabo la tarea de una educación de calidad, es imprescindible contar con equipos de profesionales formados adecuadamente, y con un reconocimiento social de su tarea de una vez por todas. Se debe dejar de jugar con las niñas y niños del 0-3, así como con sus familias, y no seguir ofertando servicios para guardar a las criaturas mirando hacia otro lado. Deben de crearse equipos estables como en el resto de tramos educativos para mantener una calidad en los cuidados de la primera infancia sin paliativos.
6. Finalmente, resulta curioso pensar que aquéllos a quien hoy vamos a negar los cuidados de calidad, son quienes en el futuro nos van a mantener con su trabajo las pensiones y cuidados a aquellas personas, incluida la clase política, que estaremos en la jubilación y necesitaremos una atención especial.
Esperemos que no hagan lo mismo que hacemos ahora y nos retiren los recursos necesarios aludiendo a que es un lujo ayudar a quien lo necesita. Aunque, en el fondo, es que algunas personas lo tendrían bien merecido.
Txusma Azkona Mendizabal
En nombre de la plataforma Ciclo Educativo 0-3 años de Navarra