LA decisión unánime del Ayuntamiento de convertir en un espacio público municipal los terrenos del meandro de Arantzadi ha sido una de las más acertadas en el desarrollo urbanístico de Pamplona.
Esos terrenos, aprovechados exclusivamente por sus propietarios, han conocido una evolución que hacía peligrar su futuro. La paulatina incorporación de edificaciones casi todas ellas privadas (convento, colegio, residencia, centro financiero, etcétera), fruto de compraventas del suelo particular, amenazaban con hacer desaparecer completamente el espacio natural que ha sido siempre.
Por eso todos los grupos políticos decidimos en su día reparcelar esos terrenos privados con el desarrollo urbanístico de Lezkairu de manera que Arantzadi pasase a ser público, de la ciudad, para su uso por todos los pamploneses.
Había que decidir qué hacer en Arantzadi y, desde el principio, fuimos conscientes de que su destino más idóneo era el de un gran parque que diese servicio a los habitantes de los dos grandes barrios colindantes (Rochapea y Chantrea) y, por extensión, a toda la ciudad.
La concreción de esa pretensión fue la convocatoria de un concurso público de ideas cuyo premio era la confección y desarrollo del proyecto del futuro parque.
Todos los miembros del Ayuntamiento compartimos la filosofía y propuesta del equipo ganador del concurso. La idea de mantener la actividad de las huertas, tradicional en Arantzadi, la creación de un amplio espacio de uso y disfrute público, la creación de una especie de jardín botánico de la ciudad y su incardinación en el parque del Arga, auténtico pulmón del ocio ciudadano, fue la propuesta que nos pareció y nos parece la mejor apuesta de futuro para un espacio que reunirá en uno solo la suma del contenido de los parques de Vuelta del Castillo y Jardines de la Taconera, todo ello en el marco del parque del Arga.
A todo ello se une el mantenimiento de un amplísimo espacio de las huertas tradicionales que permitirán su aprovechamiento social, la supresión del tráfico rodado por el parque que hoy impide disfrutarlo con tranquilidad y la creación de pasarelas peatonales para salvar el río que facilitarán el acceso.
Pamplona/Iruña va a contar desde ahora con un gran parque de todos y para todos donde no había más que una propiedad privada de uso exclusivo y particular.
Y para cuya creación, en una primera fase, va a contar con el 80% de financiación europea si el Ayuntamiento pone el otro 20%. Sería irresponsable no aprovechar esta oportunidad para hacer una inversión de casi dos millones de euros que, además ayudará a paliar un poco la crisis económica y el paro de nuestra ciudad.
Iñaki Cabasés
Coportavoz del Grupo Municipal Nafarroa Bai del Ayuntamiento de Pamplona/Iruña