ME dirijo a usted comentando un reciente artículo suyo referente a la conquista de Navarra por parte de Castilla en 1512. Manifiesto que este escrito no conlleva ninguna acritud y de entrada le reconozco suficientemente capacitado y entendido para poder versar sobre este tema, aunque sus ideas no comparto. Por mi parte, puedo decir que llevo varios años informándome y documentándome literariamente sobre este tema; acudiendo a las conferencias tanto de un lado como del otro que se organizan y me creo en disposición de poderle rebatir ciertas afirmaciones que realiza.

Para usted, la conquista de Navarra es un "reencuentro definitivo con la comunidad española" y otros "renegamos de una nacionalidad -la española- que se impuso a sangre y fuego". Pues mire usted, si los casi 6.000 muertos de la batalla de Noáin (actual aeropuerto) no es sangre y fuego, venga Dios y lo vea.

En efecto, el 21 de julio de 1512, las tropas del Duque de Alba (hablo de tropas, las Hermanas de la Caridad todavía no existían) y con la ayuda del traidor Conde de Lerín y con el beneplácito de la Santa Sede (el Papa) entraron en Pamplona. No es verdad que los reyes de Navarra Juan de Albret y Catalina de Foix huyeran a Bearne; solo se refugiaron en territorios más seguros para tratar de recabar ayuda y poder recuperar el reino. Recuperación que se logró a pesar de que el rey de Francia no podía colaborar con el de Navarra por tener sus milicias en Italia, y se llegó hasta Logroño. Sí que es verdad que las tropas del Duque de Alba dieron media vuelta y volvieron a conquistar Navarra en breves días. Si en 1513 las Cortes de Navarra reconocieron a Fernando el Católico no fue más que por "imperativo legal" y desde luego no comparto su idea de que Navarra se unió a Castilla "eqüae principal -entre iguales-".

Sobre su referencia a Euskal Herria, (supongo que habrá más doctos en la materia que yo para poderle rebatir sus argumentos) trataré de exponer mis criterios. Sin llegar a lo profundo del tema, Euskal Herria es el "pueblo del euskera-vasco o vascuence (Lingua Navarrorun)". Le rogaría que se apropie de un mapa de Navarra del año 1500 (p. ej.) -si no, se lo puedo facilitar- y comprobará la extensión del Reino de Navarra donde se hablaba por el pueblo llano el euskera.

Me admira la teoría que presenta usted refiriéndose a que los abertzales somos maestros en corromper la historia, ¡por favor! Llevan ustedes toda la vida corrompiendo la historia y tratando de hacernos comulgar con ruedas de molino.

Y para finalizar, si no le parece conquista por las armas lo que he relatado, después de tener que aguantar el desmoche de todos los castillos de Navarra, no le puedo consentir que diga que en el Castillo de Amaiur, Maya o Meyer (como usted le quiera llamar) no hubo ninguna sarracina, y mucho menos que los defensores del castillo, último reducto del Reino de Navarra, no sean héroes.

Le guste o no, sea coherente con la Historia, que a otros ya nos ha tocado vivir en contra de nuestra ideología y hemos sabido subsistir.

Un saludo.

Jose Luis Lizarraga Iraizoz