Los ‘brotes verdes’ de Rajoy
es cierto que hay una necesidad colectiva de recibir buenas noticias en este negro panorama económico actual. Pero no creo que los ciudadanos estén necesitados de buenas noticias inventadas. Más bien creo que demandan información veraz antes que propaganda de laboratorio para desviar la atención con falsedades o medias verdades de su realidad. A nadie le gusta que le tomen por tonto. La eufórica afirmación de Rajoy de que la crisis ha terminado se suma a esa larga lista de anuncios grandilocuentes que al poco tiempo quedan en ridículo por no tener nada que ver con los hechos que anuncian. Desde aquellos ya tristemente famosos brotes verdes de Zapatero han pasado muchos años de penurias, desempleo creciente, cierre de empresas, caídas del consumo, empobrecimiento generalizado y pérdida de calidad de los servicios públicos. A Zapatero le imitaron otros ministros -Solbes, Salgado, Montoro, Guindos...- y en Navarra tuvo destacados seguidores en Miranda, Sanz y Barcina. Fracasaron en su papel de adivinos. Todo el mundo quisiera ver confirmado el final de la crisis, pero la afirmación de Rajoy parece tener más que ver con situaciones coyunturales -la bajada del precio del petróleo o las Navidades, una época de consumo a costa del endeudamiento familiar- que con el final real de la crisis económica.