el día 10 de febrero se comunicó a las plantillas de cuatro Caprabo de Pamplona que sus tiendas se cerraban el día 28. Como consecuencia, todas las socias serían trasladadas y el resto de plantilla (18 compañeras) eran despedidas.

A primera hora de la mañana habían quedado perplejas al ver una notificación del banco en concepto de finiquito de su empresa (20 días por año trabajado).

Algunas con más de 30 años en la empresa, otras muy cerca de la jubilación? y así hasta 18 historias de vida sin ninguna posibilidad de negociación ni de defensa.

Sabíamos que la competencia durante estos años sería dura y no supimos ver que en algunos casos las tiendas de Eroski se iban a convertir en nuestra propia competencia. A estas cuatro tiendas de Caprabo y a sus plantillas se las tenía agonizando mientras algunos Eroski cercanos resurgían.

Leyendo la prensa, esta teoría cobraba más sentido. El presidente de Eroski relataba la política expansiva del grupo, su intención de abrir nuevas tiendas y cifraba el beneficio durante 2016 en 2,8 millones de euros.

Por este motivo creemos que Eroski podría reubicar a estas 18 compañeras. Hace poco se recogieron firmas para la contratación de más plantilla ya que en la mayoría de los centros de trabajo ésta es insuficiente para dar la atención y servicio que nuestros clientes merecen. Ellos sabrían relatar muy bien nuestra situación ya que la conocen de primera mano: “Chicas no podéis estar así”.

Siempre nos han dejado ver que la compra de Caprabo por parte de Eroski fue una mala decisión. Buena o mala fue su decisión. La plantilla de Caprabo no somos responsables de ella. Sin embargo, esa sombra de culpabilidad ha estado detrás de cada una de nosotras durante estos años.

Ha sido una época dura para el grupo Eroski y también para Caprabo. En ocasiones ha sido complicada la convivencia de los dos sectores en un mismo centro de trabajo. En la mayoría de los casos hemos sabido ser coherentes y tener la madurez suficiente para entender qué implicaba el ser o no socia. En su día a todas se nos dio la opción de formar parte de la cooperativa y elegimos libremente.

No es justo transformar esto en una guerra entre socias y trabajadoras de Caprabo. Las plantillas de estas tiendas en concreto (socias y no socias) han hecho grandes esfuerzos para sacar adelante cada una de sus tiendas.

Tenemos claro que la huelga es la única defensa que nos han dejado. Llevamos una semana de movilizaciones y la empresa no atiende nuestras peticiones.

No somos trabajadoras de segunda por no ser socias. Ni nosotras ni nuestras familias. Siempre hemos rendido al 100% codo con codo con nuestras compañeras cooperativistas.

Por todo lo expuesto, se convoca esta huelga para la readmisión de nuestras 18 compañeras los días 23, 24 y 25 de febrero. Si no hay respuesta por parte de la empresa, a partir del 27 de febrero la huelga será indefinida.

¡Ánimo compañeras! Hasta ahora de trabajo y a partir de ahora también de lucha.

La autora es trabajadora de Caprabo