Con toda seguridad, la idea de raza es el instrumento más eficaz de dominación social que se haya inventado. La eficacia de este instrumento de dominación radica en aceptar la idea de que la raza es un fenómeno biológico a pesar de que las distintas disciplinas académicas han desmontado esta teoría. Este argumento establece las relaciones de poder de unas personas sobre otras. El racismo es un mecanismo ideológico que justifica las agresiones y los privilegios de unas personas sobre otras. La historia está plagada de ejemplos conocidos, desde la colonización hasta el actual fenómeno migratorio, pasando por el esclavismo, el nazismo, el apartheid. A lo largo de la historia y hasta nuestros días, apelar a la diferencia racial ha servido para considerar inferiores a las mujeres, a los niños, a los pobres, a las personas con discapacidad, a las diferencias culturales, a la clase trabajadora, a las diferentes opciones sexuales, limitándonos e impidiendo el acceso, a la mitad de la población, a los mismos derechos y condiciones de igualdad. De este modo, están resurgiendo los nuevos discursos racistas en Occidente, y no solo estos, sino el blindaje occidental a través de restricciones, cierre de fronteras, políticas y legislación que trata de impedir la pérdida de esos privilegios y del poder de unos sobre otros.El racismo se mezcla con otras formas de desigualdad social, de clase y de género, por lo que continuamos soportando formas de discriminación como la xenofobia o los prejuicios culturales, étnicos o de clase, mostrándonos las diferencias culturales como algo insalvable y convirtiéndonos en chivos expiatorios raciales.A pesar de las campañas y acciones que se realizan en contra de este modo de dominación, hoy, Día contra el Racismo, es necesario seguir reclamando y recordando que todavía muchas personas seguimos sufriendo racismo y dominación y se hace necesario seguir reclamando todos los derechos para todas las personas. Es por ello que invito y animo a la sociedad navarra a salir al balcón de su casa y sumarse a la cacerolada a las 12 del mediodía, porque sabemos que si tenemos los mismos derechos, se acaba el chollo de la clase dominante.