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Mesa de Redacción

Joseba Santamaria

Medidas y explicaciones

a evolución de la pandemia obliga a adoptar nuevas medidas, recuperar otras que se pusieron en marcha de forma efectiva la pasada primavera y también a repensar la utilidad de determinadas restricciones. Es un cúmulo de decisiones cuya efectividad, en algunos casos al menos, queda en evidencia ante la realidad de los datos de la expansión del coronavirus en esta segunda ola en Navarra. Seguramente se han tomado las mejores decisiones posibles y las medidas de precaución más adecuadas y es también evidente la mejora de la preparación sanitaria en esta segunda ola, pero las dudas no solo se mantienen, sino que crecen al compás del crecimiento de los datos y de la comparación con otros territorios. Quizá sea el momento de elaborar un compendio de todas esas medidas sanitarias, de todas las restricciones y prohibiciones sociales y de todas las multas que las acompañan y reordenar la actuación contra la covid-19. Al menos en Navarra. Los datos no invitan al optimismo. Y menos aún al relajamiento. La carencia de explicaciones sobre la expansión del coronavirus y la ausencia de porqués coherentes cuestionan la credibilidad de las medidas que impulsan las autoridades sanitarias y políticas. Es cierto que la mortandad, tanto en centros hospitalarios como en residencias de personas mayores, está muy lejos de las cifras de marzo, abril o mayo. Pero si ha irrumpido con fuerza de nuevo una segunda ola en Navarra, no se puede descartar que a ésta le siga una tercera ola conforme avance el otoño y llegue el invierno. La irresponsabilidad social y la ocurrencia política de las no fiestas que echó a rodar Maya son argumentos ciertos, pero no explican todo lo que percibe la sociedad. Nuevas y más medidas parecen una combinación necesaria en la situación actual, pero también lo son las explicaciones a los ciudadanos. Unas sin las otras solo incrementan la confusión y la falta de credibilidad.