Pedro Sánchez entra en campaña
ras casi nueve meses de combate desigual contra la pandemia y ante el acoso constante de la derecha más intransigente, Pedro Sánchez ha decidido entrar en campaña electoral. Suponiendo que no lleve así desde que se instaló en La Moncloa, dada la fragilidad de su mayoría parlamentaria y las piruetas políticas que se ha visto obligado a ejecutar para aprobar alguno de sus proyectos más importantes. La presentación del propagandístico Plan de Recuperación con los fondos europeos no puede entenderse de otra manera. Prometer 800.000 empleos con los fondos europeos es más felipismo o aznarismo. Sobre todo porque los 72.000 millones que afloja la UE son para proyectos estratégicos que van a estar sometidos a un férreo control por Bruselas y los estados miembros. Y ahí es difícil engañar. Además, las alertas han saltado en Moncloa con la investigación del Supremo a su vicepresidente Iglesias, lo que le deja en una situación de debilidad manifiesta y con la coalición progresista al pairo de la agenda judicial. En el escenario de tormenta política perfecta aparece además Madrid sumida en un caos sanitario y con una fiebre conspirativa nada disimulada del PP. Con este escenario y consciente de su debilidad, no es extraño que Sánchez medite sondear apoyos de la derecha. Y de trazar estrategias en clave electoral. Lo del otoño caliente esta vez no es tópico