Entre las múltiples consecuencias que deparó la guerra civil española, tuvo como tal, entre otras, la suspensión de fiestas patronales. Al menos en Ablitas, durante tres largos años consecutivos no se pudieron festejar. No fue la única relacionada con la fiesta, la banda de música denominada Banda de Wenceslao también desapareció por la contienda. Tal y como relata Juan Carlos Reinaldos, la fundó en la primera mitad del siglo XX -en el año 1927- Wenceslao Arriazu. Se le recuerda como un gran músico, organista de la parroquia de Ablitas, que pese a su aguzada ceguera seguía con los ojos muy cerca del papel la correspondiente partitura, llegando a componer una célebre marcha fúnebre, y otras piezas, destacando entre ellas la que lleva por nombre Clavelitos, no la conocida como tal "clavelitos de mi corazón". Formaban parte de la misma como clarinetistas: Modesto y Marcelino Baigorri, Jesus Sánchez, y Ángel Arriazu, a la postre, hijo del fundador; saxofonista: Francisco Serrano; trompetistas: Claudio Marco e Isidoro Zardoya; al trombón: Vicente Ruiz y Natalio Tambo, no faltaba el bombardino de Bautista Reinaldos, acompañados al bajo por Jesús Alma negra, así como los platos de Mateo terminando con la colosal percusión de Vicente Ruiz.Por estas mismas fechas, estaríamos a punto de iniciar las fiestas patronales de este año, pero una inexplorada, malvada y larga pandemia de nombre inolvidable -covid-19-se ha ocupado de volver a suspenderlas por segundo año consecutivo. De nuestra actitud y responsabilidad ejemplar, llevada a cabo hasta ahora, mayoritariamente por la juventud, entre otras, quizás evitemos igualar el record de suspensión de fiestas fijado hasta la fecha.Con el deseo y la esperanza, y quién sabe, de volver a fundar o restablecer una banda de música como la de Wenceslao. Así sea.