a decisión del Tribunal Superior de Justicia de Navarra de mantener una semana más, hasta el 26 de agosto, el toque de queda entre la 01.00 y las 06:00 los sábados y domingos, festivos, y fechas en las que hubiera correspondido celebrarse las fiestas patronales (incluidas las vísperas) y el resto de medidas específicas de prevención frente al coronavirus avalan la buena marcha de la contención para superar esta última quinta ola de la pandemia. Al mismo tiempo, Osasunbidea ha adelantadode seis a dos meses el plazo necesario para vacunarse a quienes ya hayan pasado la covid-19, una medida que afecta a 7.000 navarros y navarras menores de 65 años. La consejera Santos Induráin insistió en que los objetivos de la vacunación se han conseguido en Navarra, con casi un 74,4% de la población vacunable ya con las dos dosis, pero también incidió en la importancia de ampliar ese porcentaje al conjunto de la población, para llegar a septiembre con la situación de control pandémico coincidiendo con las primeras semanas del nuevo curso escolar. La evolución de los valores de la pandemia en casos por cada 100.000 habitantes son positivas, pero aún persiste un riesgo importante en la presión hospitalaria, tanto en ingresos como en UCI. En todo caso, hay un dato que arroja claridad sobre la influencia del proceso de vacunación sobre los efectos más negativos de la pandemia: esta quinta ola hubiera provocado nueve veces más muertes sin las vacunas. Un escenario positivo, pero insuficiente para Salud, que pese a la bajada de los indicadores de transmisión del virus ha optado por mantener al menos otra semana más las restricciones. De hecho, la inmunización o la caída de contagios no debe desdibujar la perspectiva de que la desescalada no ha de basarse en la premura, como así ha demostrado el revés de Sánchez en la previsión para la inmunización de rebaño en agosto. Hasta hace solo unas semanas parecía que la cifra se alcanzaría en la fecha prevista, pero no será antes al menos de que el mes termine y alargándose a septiembre. La insistencia de no bajar la guardia por parte de las autoridades sanitarias navarras apelando a la mentalidad preventiva cotidiana pone el contraste a los errores de dar carpetazo apresurado a la pandemia que desacreditan a los protagonistas de las expectativas creadas y alimentan los ataques interesados de la oposición.