¿Acaso el pasado no es el presente? ¡pero si es también el futuro! Todos nos engañamos al querer escaparnos de ello, pero la vida no nos deja.

Eugene O'Neill

ace unos años visité el Memorial de Caen que conmemora la II Guerra Mundial y el desembarco aliado en Normandía. Todos los años acuden cientos de miles de visitantes a este museo que se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Francia. Es un espacio excepcional, en el que se recuerda por medio de fotografías, videos, testimonios y objetos todo el espanto de aquel acontecimiento con un claro objetivo pedagógico, que es mostrar la fragilidad de la paz y la crueldad de la guerra. A mí me conmovió muchísimo. De vuelta a casa pensé en la Guerra Civil y en la ausencia total de algo ni siquiera parecido al Memorial de Caen que sirviera para ese fin pedagógico. Solo en la batalla de Teruel, que tuvo lugar entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938 hubo 37.000 soldados muertos, soldados la mayoría de reemplazo, porque los voluntarios eran muy pocos, tal y como está perfectamente documentado en el libro de James Matthews Soldados a la fuerza. Uno de estos soldados a la fuerza fue mi padre que, con 18 años tuvo que ir al frente de Teruel, sobrevivió sí, pero fue víctima de la crueldad de la guerra el resto de su vida.

Ahora algunos políticos de la derecha pretenden hacernos creer que los culpables del comienzo de la guerra fueron un poco todos, el gobierno de la República, por ejemplo. Hay que ser contundente contra esa equidistancia que algunos políticos reaccionarios quieren extender y que no tiene ningún fundamento histórico. El estallido de la guerra civil sólo tuvo un culpable: el ejército golpista que se sublevó contra el gobierno legítimo, elegido en las urnas, con el apoyo de las fuerzas extranjeras de Italia y Alemania. Si alguna culpa tuvo el gobierno de la República es no haber sabido parar la conspiración a tiempo, tal y como señala el historiador Ángel Viñas en su libro El error de la República.

Y una vez terminada la guerra, vino la represión y los años de terror. Si exceptuamos el holocausto, Franco tiene el terrible honor de haber eliminado físicamente al doble de adversarios políticos que Hitler.

El Gobierno de España ha aprobado recientemente la Ley de la Memoria Histórica, lo que es una buena noticia aunque llegue tarde. Me parece muy bien que se prohíba el enaltecimiento de la dictadura franquista pero hay mucho por hacer. Una de esas cosas que se debería conseguir es encontrar e identificar a todos los desaparecidos y fusilados en las cunetas.

Y por último no estaría mal, que, un poco a la manera del Memorial de Caen, se creara un espacio en el que la ciudadanía pudiera tener acceso a la historia de la Guerra Civil, no a la de los vencedores sino a la que realmente ocurrió y que ahora gracias a la labor de los muy buenos historiadores que la han investigado es fácilmente accesible a todos nosotros.