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Carmona rima con Iberdrola

Por si alguien tenía alguna duda sobre la complicidad de los sucesivos gobiernos con las eléctricas, por si cabía algún resquicio de incertidumbre, viene el señor Carmona a despejarla definitivamente. "¡Sí señores, son de los nuestros", confirma el reciente nombramiento del afamado contertulio socialista como vicepresidente de Iberdrola.Es evidente que los políticos de uno u otro signo están absolutamente vendidos a los intereses de las eléctricas y de muchas otras grandes empresas. Lo que sucede es que, en este caso, la imagen que quiere dar la empresa presidida por el Sr. Galán es muy clara. En plena escalada de precios, con Pedro Sánchez en el gobierno, Iberdrola ficha a uno de los socialistas más mediáticos y dicharacheros de los últimos años. La empresa lo que parece que quiere comunicar con esta incorporación es... sí, les tenemos comprados a todos... ¡qué pasa! Hay un punto de chulería corporativa en realizar esta operación laboral con el precio del kilovatio abriendo los telediarios y con un socialista de los más mediáticos en mitad del enredo. Seguro que algún consejero con dos dedos de frente habrá recomendado que no se hiciese en estos momentos, que no era lo más adecuando para la imagen corporativa, pero la soberbia de los poderosos puede más que la prudencia... "Si todo da igual", le habrán respondido al precavido directivo. A los que vemos los toros desde la barrera solo nos queda el único recurso que nos deja el capitalismo, el único pataleo verdadero posible: cambiar de compañía. Que Iberdrola vea que este tipo de cosas tienen consecuencias en su cuenta de resultados y que su chulería, su descaro, puede hacerle perder miles de clientes en un solo día. No nos queda otra.Si normalidad le llaman a que dejen los parques, calles y plazas llenas de botellas rotas y tetrabriks vacíos; si normalidad le llaman a pagar la luz a doblón; si normalidad llaman a que a las nueve de la noche se coloquen debajo de tu balcón a berrear con una guitarra, me marcho a una isla griega con los refugiados para que me olviden y pierdo el derecho a vivir normal porque tengo que huir del desastre. Si normal consideras que te machaque la policía y los jueces porque quieres un referéndum; si normal consideras que te pongan en la rueda todos los palos posibles habidos y por haber porque quieres que en tu propia tierra, Navarra, se hable y se aprenda su lengua sin cortapisas, el euskera, apaga y vámonos. Mejor es ir a sufrir a otra parte por razones serias.