etamorfosis en animales, infanticidio, manzanas envenenadas, ungüentos y la referencia al akelarre más antigua que se conoce hasta ahora son algunos de los elementos que forman parte de las confesiones pronunciadas en el año 1370 por Pes de Guoythie y Condesse de Beheythie tras haber sido torturados en el castillo de Garris (Baja Navarra). Todo esto está recogido en el proceso por hechicería más antiguo de Euskal Herria, que se conserva aquí en Pamplona, en el Archivo General de Navarra. En 1971 el historiador vasco-francés Eugene Goyheneche encontró parte de la documentación, pero es ahora cuando el investigador Ander Berrojalbiz ha localizado y estudiado el texto completo y lo ha dado a conocer en un libro titulado Akelarre que acaba de publicar con Pamiela.

Entre los muchos datos que aporta este trabajo, destaca, por ejemplo, que la costumbre de reunirse en un akelarre (prado de macho cabrío), o boque lane en occitano, como aparece en el documento, era algo habitual y que ya se hacía mucho antes de toda la caza de brujas. Quiénes iban y para qué, no se sabe. Algo relacionado con antiguos ritos y creencias, seguramente. En cualquier caso en este proceso se consideraba pecado, no delito. Otros datos que también resultan muy interesantes son los que se refieren a los ungüentos que preparaban con helechos, plantas y sapos cocidos. Bajo tortura confesaron que era para tomar apariencia de animales, vaya usted a saber. Lo que sí es cierto es que conocían muy bien los principios activos y los efectos de todas esas sustancias. Medicina natural. Luego todo eso, las antiguas costumbres y la sabiduría popular, se criminalizarían en ese gran montaje policial de la época que fue la Inquisición.