Una iniciativa más que interesante
e están moviendo por ahí un par de grupos animosos, organizados y previsores. Son gente que va cumpliendo años y tiene claro en qué condiciones quiere seguir haciéndolo mientras tenga capacidad de decidirlo. Digamos que han ascendido a una meseta desde donde ven el panorama y saben bien para dónde tirar. También, por qué no decirlo, como su iniciativa es pionera en nuestro entorno, de su éxito dependerá no solo su satisfacción y bienestar, sino los de mucha más gente a la que seguro que gustará la idea.
¿Que qué quieren? Pues quieren echar a andar un proyecto de alojamientos colaborativos para personas mayores, viviendas que combinan zonas individuales en las que cada cual hace lo que considera pertinente y espacios comunes donde la posibilidad de relación y la oferta de servicios conjuran dos de los males que aquejan a esta franja de edad, la soledad y la desatención. La interacción social, el estilo, el clima y las actividades quedan al margen de cualquier esquema institucional o de la dependencia de la familia.
Los dos grupos son cooperativas que tienen reconocido por la administración foral su carácter de entidad dotacional, entre otras cuestiones porque garantizan el apoyo mutuo y la atención a diversos grados de dependencia.
¿Que qué piden? Piden al Ayuntamiento de Pamplona la cesión en derecho de superficie de solares de uso dotacional que no tienen ni parece que vayan a tener uso a medio plazo.
Son independientes, se autogestionan y construirán y mantendrán sus edificios con su dinero, edificios que pasado el tiempo que acuerden las partes revertirán en el patrimonio municipal. Mientras, se habrá ahorrado en gasto sociosanitario y en atención a la dependencia y mucha gente habrá vivido bien, acompañada pero también suelta.
No pinta nada mal. Como para darle una vuelta, ¿no les parece?