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Parece

Vienen curvas. ¿Otra vez? Eso parece. ¿Acaso se han llegado a ir en algún momento en los dos últimos años? Ciertamente, parece que no. Parece que vuelven las mascarillas en el exterior, las reuniones reducidas, las cifras de contagio disparadas, el eco del toque de queda resonando de fondo, más dosis de recuerdo, confinamientos en países europeos, positivos, PCR, autotest agotados, farmacias a todo trapo, ambulatorios colapsados, la gente aburrida/asqueada/irritada, la televisión y las redes non stop, y la política en manos de políticos/as. Parece que esto irá para largo, que se repiten ciclos ya vividos, quizá menos intensos, pero ya conocidos y que los avances no llegan todo lo rápido que quisiéramos. Parece que en Europa seguimos viendo el mundo desde retinas de blancos para ombligos blancos. Que lo que pase de América del Norte hacia el Sur, de Europa del Norte hacia el Sur, de Europa central hacia el Sur, de España hacia el Sur, de Navarra hacia el Sur y de mi/nuestra casa hacia el Sur, nos sigue importando un carajico sobre todo si es de otro color, no tiene pasta que poner en el tapete, o la capacidad para estar a nuestra altura, al nivel correcto establecido en lo que respecta a la economía, la política y la sanidad. En ese orden. Parece ser que la máquina de hacer dinero no se puede volver a atorar, que debemos/tenemos que/necesitamos seguir consumiendo, que las tarifas de la luz reventarán nuestros bolsillos sin que lleguemos a percibirlo conscientemente. Parece que el Arga, el Bidasoa y el Ebro han vuelto a sus cauces, y que seguiremos construyendo más caro, más alto, más cerca y cómodo del centro, más en terreno de la naturaleza, más moderno, más. Parece incluso que hemos entrado en el invierno cronológico y climatológico, a pesar de la rutina y los ritmos imperantes en el calendario. Pero todo parece, ya que todo puede variar a trastazo de click, móvil, radio, periódico, conferencia, rueda de prensa o información de última hora. A pesar de lo complejo que resulta practicar la teoría, ¿sería una receta infalible la propuesta con el antiquísimo Carpe diem? Pues...eso parece. Urte Berri on guztioi!!!