os datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2021 dibujan una Navarra de nuevo a la cabeza de las comunidades con menor desempleo, con una tasa del 9,93%, por debajo del 10% que era el objetivo como impulso a la salida laboral de las consecuencias socioeconómicas de la pandemia del coronavirus. Un año de recuperación en el ámbito del empleo. De hecho, el nivel del mercado de trabajo muestra un empleo previo a la situación anterior a la covid-19. Y lo que también es importante, Navarra ocupa el segundo lugar entre las comunidades del Estado con la menor tasa de desempleo de mujeres y jóvenes. Datos que señalan la empleabilidad de Navarra como un mercado que ofrece oportunidades. Además, la contratación se incrementa en todos los sectores, de manera más acusada en la industria, que acapara unos 4.000 empleos, el sector servicios con la progresiva recuperación de la hostelería y comercio y el sector de la agroalimentación. No obstante, la EPA a la vez que señala fortalezas también deja en evidencia debilidades. Por ejemplo, con una tasa de paro inferior al 9.9% -lejos aún de los niveles de comienzos del siglo XXI cuando el pleno empleo se consideraba el 5%-, al mismo tiempo hay dificultades en las empresas para ocupar toda su demanda de trabajo. Esto es, hay unas 30.000 personas desempleadas -una cifra que se ha estancado así hace ya años-, que tienen difícil acceso a un mercado de trabajo que necesita nuevos perfiles profesionales y cualificación laboral en áreas de empleo nuevas. En las debilidades, igualmente incide en que aún hay 14.000 hogares con todos sus miembros en paro. En todo caso, y asumiendo que la EPA es sólo una encuesta y que sus estadísticas ofrecen datos y lecturas contradictorias según las preguntas del sondeo, la época del año o los ciclos económicos , y más aún en el caso de Navarra, donde el resultado se basa sobre una muestra de encuestados mínima, los datos señalan buenas perspectivas y capacidad para afrontar la transición del modelo socioeconómico de forma ordenada. Los nubarrones se avecinan del devenir de una inflación aún en ciclo inestable y las dependencias exteriores de suministros y materias primas. Que Navarra vaya bien debiera ser un objetivo común del conjunto de la sociedad al margen de discursos políticos que sólo buscan encubrir sus propias responsabilidades en el deterioro, incluido el ámbito laboral y social, del Estado de Bienestar.