n 2019 entre 50 y 150 personas murieron en Pamplona por enfermedades en las que tuvo influencia directa la contaminación atmosférica. En Europa esa cifra se elevó hasta las 307.000 personas. La contaminación mata y, de hecho, ya hay una sentencia judicial que así lo recoge: en 2020 un tribunal de Reino Unido dictaminó la primera muerte por contaminación del aire, la de una menor de 9 años que vivía cerca de una carretera concurrida en Londres, sucedida en 2013.

Afortunadamente la calidad del aire de Pamplona no es, de momento, especialmente mala, pero hay algunos factores que podemos modificar para mejorarla. Uno de ellos, sin duda, es nuestra manera de movernos por la ciudad.

No es que yo sea una experta en estos temas, ni mucho menos, pero es que me he apuntado al programa de Ciencia Ciudadana organizado por el equipo de Educación Ambiental del Ayuntamiento de Pamplona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y es ahí donde nos han hablado de estos temas. Ahora vamos a hacer un mapa de la contaminación de Pamplona. Para ello el día 23 de febrero, a las 19.00 horas, van a repartir unas plantas en el Centro de Educación Ambiental, en la Rochapea, para que vecinas y vecinos de toda la ciudad nos las llevemos y las tengamos durante dos meses en un balcón o ventana. Pasado ese tiempo las recogerán y analizarán la cantidad de porquería que han acumulado y de esta manera sabremos algo más de la calidad del aire que respiramos. Esta propuesta está abierta a toda la ciudadanía. No hay más que apuntarse llamando al 010 y pasar a recoger la maceta el día 23.

¿Os animáis a ser familia de acogida de una planta y participar en este laboratorio ciudadano?