En marzo la Asociación de Editores y Editoras de Navarra Editargi pidió al Ayuntamiento de Pamplona los permisos necesarios para celebrar la VI edición de la Feria de la Edición en la Plaza del Castillo del 26 de octubre al 1 de noviembre. El pasado viernes al mediodía recibieron un correo electrónico que decía que no era posible esta ubicación y que los trasladaban al Paseo de Sarasate, sin dar más explicaciones. Los responsables de Editargi supieron que el domingo día 30 se va a celebrar la carrera solidaria contra el cáncer de mama y supusieron que por ello les cambiaban de sitio. Imaginaron que este era el motivo porque nadie les dio ninguna explicación. Es evidente que ha habido un error humano y que por eso ha surgido el problema, pero digo yo, en pleno siglo XXI, con todo tipo de herramientas telemáticas, en la sociedad hiper-conectada, ¿no son capaces de hacer un calendario de eventos compartido con todas las áreas implicadas en estos menesteres? Pero el embrollo no termina ahí, porque mientras el director general de Protección Ciudadana, Patxi Fernández, afirmaba que Editargi “no tenía ninguna autorización para celebrar la feria en la Plaza del Castillo”, los técnicos enviaban el lunes un nuevo correo a la asociación para pedirles disculpas y empezar a trabajar en los planos de Sarasate. Menos mal que sólo se trata de una coincidencia de fechas de dos eventos sociales, porque si se tratara de alguna desgracia gorda o un ataque enemigo no sé yo como andarían estos para proteger a la ciudadanía, con esos niveles de descoordinación.

Y otro detalle que demuestra la falta de interés del Ayuntamiento en esta feria: este año no han puesto ni un solo euro. ¿Libros? ¿Para qué?