Virtual interno de la prisión de Sevilla (o la que usted elija): Gardel pone la banda sonora: contra el destino, nadie la talla. Y estaba escrito que el suyo era pasar una temporada en la sombra. Salvo giro de ultimísima hora, parece que de poco ha servido la movilización de sus conmilitones y de una notable cantidad de amigos de otros credos ideológicos para librarle del trago. Aunque estamos acistumbrados a escándalos de todos los gramajes, iba a ser demasiado cantoso encontrar un vericueto legaloide que lo dejara exento del presidio. Menos, cuando están todos mirando. A usted poco aprendizaje le queda. Esperemos que su experiencia sirva como escarmiento en carne ajena a otros que crean que hay barra libre en las arcas públicas.