El PPN sigue con su dinámica de fichar a militantes o cargos o antiguos cargos de UPN. Tras la llegada de Sayas y Adanero, el miércoles fue el turno del exconsejero Luis Zarraluqui, que ya estaba en el equipo que apoyaba a Sayas cuando en 2020 éste se enfrentó a Esparza en las primarias para optar a la presidencia de UPN. Esparza obtuvo el 58% de los votos, pero Sayas se quedó en un nada despreciable 41%, cifra muy notable teniendo en cuenta que se medía con alguien que ya llevaba 5 años dirigiendo el aparato del partido. Van a ser bastante los simpatizantes de UPN que van a dar el paso estas semanas venideras, como es el caso de tres militantes que ya han anunciado su paso al PPN y su candidatura a tres localidades navarras: Villava, Berriozar y Berrioplano. En este punto, especial morbo o curiosidad genera saber cuál va a ser el destino político de dos íntimos amigos de Sergio Sayas y que todavía militan –y con cargo destacado– en UPN, como son los concejales por Pamplona Fermín Alonso y María García Barberena, que formaban parte del equipo que presentó Sayas cuando le disputó la presidencia a Esparza. Maya, que en toda la polémica entre Sayas-Adanero y Esparza siempre ha estado del lado de este último, cuenta por tanto en su equipo de gobierno municipal con dos hipotéticos defensores de Sayas, de los cuales, no obstante, aún no se sabe si darán el paso de abandonar la coalición con la que llevan toda su vida política o por el contrario permanecerán en ella. Alonso, que lleva la friolera de 16 años seguidos como concejal de Pamplona –empezó con 25 años y cumple en junio 41–, no se ha manifestado sobre la polémica con Sayas, pero tendrá que tomar partido si finalmente quiere o no optar a continuar en un puesto que parece gustarle –siempre y cuando la candidata oficialista Cristina Ibarrola quiera contar con él– o por contra busca hueco en el PPN. Palomitas.