La Comisión ha publicado el índice de competitividad regional (ICR), una versión totalmente revisada de una herramienta ya establecida desde hace tiempo que mide diferentes dimensiones de la competitividad en todas las regiones de la UE. Los resultados de 2022 señalan que siguen existiendo grandes diferencias entre las regiones de la UE, pero también que las menos desarrolladas han mejorado su competitividad. Muestra también que las regiones holandesas de Utrecht, Zuid-Holland y la región de la capital francesa de Île-de-France son las más competitivas de la UE. En el caso de España, el grupo de cabeza lo lidera Madrid, seguido por Euskadi y Navarra. Pese a que el índice muestra que las regiones menos desarrolladas han ido mejorando su competitividad desde 2016, sigue siendo necesaria una política de cohesión dotada de importantes cantidades de fondos europeos.

Índice de competitividad regional (ICR).

Mejoría

Entre la edición del índice de 2016 y la de 2022, la competitividad ha mejorado en las regiones menos desarrolladas, mientras que los resultados de las regiones en transición han sido más desiguales. Las más desarrolladas siguen siendo las regiones con mejores resultados. No obstante, los valores más bajos siguen concentrándose en las menos desarrolladas de los Estados miembros orientales de la UE. Todas las regiones de los Estados miembros del Este de la UE mejoraron sus resultados, mientras que los resultados en las regiones meridionales de la UE, que también presentan niveles de competitividad relativamente bajos, fueron desiguales. La mayoría de las regiones orientales de la UE siguió recuperándose, en particular en los Estados bálticos, Croacia, Hungría, Polonia y Eslovenia. Sin embargo, algunas regiones de Chequia, Rumanía, Eslovaquia y Bulgaria se alejaron aún más de la media de la UE. En el sur de la UE, las regiones de Portugal y España, así como la mayor parte de Grecia mejoraron sus resultados, a diferencia de la mayoría de las regiones de Italia y Chipre, que se alejaron de la media de la UE.

Capitales de Estado

Otro dato significativo del Índice es que las regiones de las capitales casi siempre son las más competitivas, pero la brecha es menor en los Estados miembros con mayor competitividad, como es el caso de Alemania, Italia y los Países Bajos. La brecha con las demás regiones puede ser significativa, y es especialmente elevada en Francia, Rumanía y Eslovaquia. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de que las políticas e inversiones públicas promuevan la convergencia al alza, con el fin de ayudar a las regiones menos competitivas a mejorar sus resultados y recuperar terreno, garantizando al mismo tiempo que las regiones más competitivas sigan prosperando. En las regiones más competitivas, el PIB per cápita es más elevado. En ellas, las mujeres se benefician de mejores condiciones marco, por lo que pueden lograr mejores resultados y el número de mujeres jóvenes que ni trabajan, ni estudian ni reciben formación (tasas de ninis) es menor. Por último, las regiones más competitivas son especialmente atractivas para los titulados recientes, ya que ofrecen mayores oportunidades de empleo.

Fondos de cohesión

Los resultados del Índice muestran que las regiones de la Unión siguen necesitando el apoyo de la UE para mejorar su competitividad y reducir las diferencias entre regiones. La política de cohesión es la principal política de inversión de la UE para apoyar a las regiones en lo que respecta a la creación de empleo, la competitividad de las empresas, el crecimiento económico, el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. EL ICR, que se puso en marcha en 2010 y se publica cada tres años, permite a las regiones de la UE supervisar y evaluar su evolución en el tiempo y en comparación con otras regiones. La edición de 2022 utiliza una metodología totalmente revisada y recalcula las dos ediciones anteriores. Se compone de tres subíndices: “Básico”, “Eficiencia” e “Innovación” y de once pilares sobre los diferentes aspectos de la competitividad: “Instituciones”, “Estabilidad macroeconómica”, “Infraestructuras”, “Salud”, “Educación básica”, “Enseñanza superior, formación y aprendizaje permanente”, “Eficiencia del mercado del trabajo”, “Dimensión del mercado”, “Disponibilidad tecnológica”, “Sofisticación empresarial” e “Innovación”.