Una de las noticias deportivas de la primavera es el regreso al calendario de la Media Maratón Ciudad de Pamplona, la carrera de fondo de más pedigrí de todas las que tienen lugar, que llevaba tres años sin disputarse por la pandemia y por la coincidencia con otras pruebas. La Media, organizada por un club como el Beste Iruña, compite desde hace unos años con otra serie de pruebas organizadas por empresas privadas –que está muy bien– y con el boom del running y del trail, lo que ha hecho que en varias ediciones su número de participantes haya sido escaso, cuando en tiempos llegó al millar. Claro, no es la Behobia, con sus miles de personas en las cunetas, pero es la Media, la de casa, la que se celebra desde 1985, la que ha visto correr a Marino Mateos, Javier Fidalgo, Celestino Aranguren, Patxi Arrarás, Carmelos Comás, Juanje Zubieta, Andrés Martínez, Andrés Pérez, Rafa Maritxalar, Antonio Etxeberría, Itziar Lasurtegui, Maika Aríztegui, Ana Casares, la que ha visto marcas de 1:02 en hombres y 1:09 en mujeres, la que si la corres sabes que estás corriendo una prueba homologada oficialmente y en la que los 21.097 metros son exactos y te dan la medida de lo que corres comparándote con cientos de medias maratones en todo el mundo. A mi me gusta el atletismo y cuando corría dignamente me gustaba saber que la distancia era oficial y que el tiempo era real y te servía para saber tu lugar en el universo de los frikis que corrían en los 80. Ahora, por lo que se ve, priman más el ambiente, lo que te dan con el dorsal y las facilidades, que está muy bien, claro, pero creo que la Media de Pamplona, amén de eso, siempre va a tener ese plus de ser la que recorre casi toda una ciudad, su carácter pionero, el ayudar a un club de atletismo modesto y eso de saber que estás corriendo una media homologada, en una fecha que suele ser buena en cuanto a clima. La cita, el 14 de mayo.