Santiago Ycierraspaña Abascal se fue a la guerra (sólo electoral, mirusté, mirusté qué pena) y en su primer mitin-escaramuza se cubrió de gloria. Hablaba de la Educación (¡ar!) y sostuvo que el idioma español está “amenazado en los territorios bilingües”. Añadió que prima el inglés porque “a veces, somos un poco catetos”. Y como guinda puso la gamba XXL que sigue: “A nosotros nos han dado las gracias estos días, muchísimos representantes públicos […] que nos han escribido en las redes sociales”. Ole, ole y ole y harriba España por fin. Supongo que “escrito” así, sin acabar en “do”, le pareció algo posmoderno y decidió que escribido le elevaba poco menos que a la altura de Nebrija, María Moliner, Lázaro Carreter y Alfonso Ussía. Pero se equivocuvo, fayó y cometió un herror fragante. “Un poco catetos”, dijo… Con defensores así, ningún idioma necesita enemigos. Y ya me veo a los ilustres académicos de la RAE pidiendo armamento defensivo a la OTAN. Pero si a la derecha del PP andan así, en el propio Partido Popular, que descubrió en su día la derecha a la derecha del centro-derecha de UCD y CDS y ahí sigue, no puede decirse que estén para tirar cohetes celebrando sus aciertos retóricos.

Empezando por la inefable Isabel Díaz Ayuso quien recientemente abominó del concepto de “justicia social” que califica como “invento de la izquierda” (y vade retro SataMarx). Pues no sé si cuando se rasca la oreja ante preguntas incómodas le hablan las voces de Fraga Iribarne y otros ilustres antecesores o lleva un pinganillo de la COPE, pero para un trasunto de Juana de Arco con gaviotas de Génova y defensora del catolicismo comme il faut, chirría. Evangelio según San Mateo 7,12. Texto denominado Regla de Oro: “Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas”. Que no lo digo yo: que dice San Mateo que lo dijo Jesucristo de parte de papá, a quien incluso Mariano Rajoy llama “Dios”. Y a discutir al Vaticano, que yo no soy más que un humilde impío vetado en todo debate teológico de mínimo relumbrón. Incluso en los bares más cutres del hemisferio norte con creyentes entre sus clientelas. Claro que, si la Metasupervirreina del barrio de Salamanca, por la Gracia de Snoopy, suspende con fanfarrias y alarde de organillos las asignaturas de Ética, Religión y Pensamiento Político -valga la contradicción- su JefeFeijóo cosecha un brillante penco cum laude en Geografía política tras expeler: 1) “Acabo con la palabra ilusión porque eso es lo que percibo cada vez que vengo a Andalucía” en Badajoz (Extremadura); y 2) “Después del acto que hicimos en Segovia […] volvemos hoy aquí a la capital de Castilla y León, en Valladolid”, error porque Castilla y León no tiene capital desde que el Dios del café para todos dijo “hágase” y la autonomía se hizo. Simplemente las provincias que la conforman nunca se han puesto de acuerdo respecto a la capitalidad y no existe capital oficial. Ya ves.

Y eso sólo por la derecha, porque por la izquierda caerán también muchas y variadas, pero ni han llegado a tiempo ni me caben ya. No tengo espacio más que para aprovechar un par de comillas que me quedan en la bolsita. Y recordando que fan viene de fanático, citar a Héctor de Miguel (SER): “No te hagas fan de un político, respétate un poco”. No firmo todo lo suyo, pero esto sí. 

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