El mundo rural vive en estos tiempos una lucha particular contra una epidemia que lo asuela. Literalmente. Contra el despoblamiento. Entre las tendencias de nuestra época, una imparable y sin retorno a corto plazo es la del flujo de la población hacia las ciudades; la concentración de la vida social en zonas urbanas. El campo queda vacío. Las razones pueden entenderse con facilidad; en la ciudad todo está a mano, asistencia sanitaria, equipamientos educativos, servicios, modus vivendi más glamuroso e interactivo… Pero el resultado es calamitoso para amplios territorios que históricamente han sido espacio vital de nuestros antepasados.

Esto representa un problema de hondo calado, no sólo para los últimos mohicanos que permanecen en el pueblo, sino también para los gobernantes y autoridades que deben ordenar servicios, prevenciones, tareas, cuidados… en espacios en lo que apenas quedan personas en activo para cubrir los mínimos.

Comarcas como los valles pirenaicos (Roncal…), Tierra Estella, etcétera, se van quedando vacías, con todo el legado territorial, memorial, natural, histórico, identitario, artístico… que se abandona y se pierde en ello. Hace tiempo que la alarma está encendida. Toda idea, proyecto, inversión, es bienvenido.

El año pasado (2022) Nabarralde Fundazioa propuso (con el Ayuntamiento de Auritz/Burguete) una jornada en torno a los comunales y facerías. Detrás de este modelo de aprovechamiento de las tierras y los pastos se abre una peculiar comprensión del país y el territorio. El derecho pirenaico. El comunal es la antigua fórmula de uso y beneficio de la naturaleza, de la tierra en común, a diferencia del método de propiedad del derecho romano.

El próximo 17 de junio, sábado, Nabarralde y el Ayuntamiento de Auritz/Burguete presentarán el libro de actas que reúne las ponencias de aquella jornada del año pasado. Comunales y facerías. Derecho Pirenaico. Pero con la idea de que estos recursos no son cosa del pasado, que pueden ser útiles en el futuro, se ha propuesto una mesa redonda en torno al tema candente del presente, el despoblamiento. ¿Qué está pasando, cuáles son las necesidades de estos lugares rurales y pirenaicos, qué retos presentan a la Navarra institucional, cómo se puede intervenir, qué proyectos pueden emprenderse, qué actuaciones pueden ser útiles? Comunidades, iniciativa privada, entidades locales y comarcales, administración…

¿Nos sirven los instrumentos tradicionales, como el derecho propio, las costumbres o los comunales, para afrontar estas situaciones? Un debate de interés en Auritz/Burguete, como el mismo problema, de hondo calado.

Nabarralde