Hablamos mucho en la redacción sobre los Sanfermines. Es lo que toca en estas fechas. Una de las certezas que tenemos es que el papel se queda viejo y que será necesario reinventarse. El diagnóstico no es nuevo. El mayor contraste es la información del encierro, que llega a los lectores que no trasnochan después del celebrado esa misma mañana: una demora de 24 horas que cruje en los tiempos de la inmediatez. Cuando el papel era de obligada consulta, la gente buscaba a las caras conocidas en plena carrera ante las astas; ahora, para las ocho y media de la mañana todo el material está ya al alcance del móvil. Otro asunto que llama la atención es la reiteración de temas de un año a otro y la edad, alta, de los personajes. Los actos envejecen con solera, pero la brecha generacional en las páginas es estruendosa. Hay una fiesta joven, nuevos hábitos, otras formas de divertirse que no aparecen porque no están ni en el recorrido de los gigantes ni en la plaza de toros. Y posiblemente a sus protagonistas tampoco les interese salir en los periódicos.

Los tiempos cambian. Los Sanfermines siguen en su burbuja. Las hojas de los periódicos amarillean. RTVE anunció ayer que ha generado, gracias a la Inteligencia Artificial, un Ernest Hemingway que será su “corresponsal” para comparar distintas temáticas de las fiestas de 1923 con las de 2023. Es volver a los tópicos de siempre pero con una presentación enriquecida por las nuevas tecnologías. Las innovaciones para contar lo que ocurre del 6 al 14 de julio en Pamplona han puesto el foco en los toros, en las retransmisiones de encierros y corridas, donde pueden atraparse las imágenes más espectaculares, donde el riesgo alcanza su máximo contraste con la fiesta. No sé si algún día veremos en la pantalla a Hemingway corriendo en Estafeta o tomando el aperitivo en la terraza del Iruña, todo parece posible a la velocidad que van las cosas. Incluso, quién sabe, poder disfrutar de unos Sanfermines virtuales en cualquier época del año. Para entonces ya no habrá periódicos con los que correr el encierro, pero los recreará la Inteligencia Artificial.