Oskar Alegría está en Japón. Acaba de mostrar en el Festival Internacional de Cine de Yamagata su nueva película Zinzindurrunkarratz. La estrenó hace poco en EEUU y de Japón la llevará a Viena, a la Seminci de Valladolid, a Italia…

En esta ocasión nos habla de un mapa de aire inventado por los pastores. Un recorrido balizado por topónimos sonoros, que iba desde Artazu hasta los pastos de la Sierra de Andia.

Alegría explica que nada más salir del pueblo llegamos al paraje conocido como Zinzin. Este es el sonido que hace el airillo que sopla en la ladera del monte de Arguiñano y que por eso a este lugar le llamaban así. Más adelante está la sima Durrundurrun. Durrun es el sonido que se oye cuando se precipita algo en su interior y cae a una profundidad de unos diez metros. Durrundurrun es el doble de durrun, por lo que se calcula que esta sima tendrá unos veinte metros. Y más allá esta Karratz, la cima de una peña en la que suelen caer muchos rayos con un ruido espeluznante. Son onomatopeyas, palabras que nacen de sonidos, intuitivas y prácticas y muy abundantes en lenguas tan antiguas como el euskera.

Zinzindurrunkarratz / un film de oskar alegria from oskar alegria on Vimeo.

Siguiendo estos tres lugares llegaban a su destino los pastores o las personas que les llevaban comida desde casa. El abuelo de Oskar Alegría era uno de esos pastores y ahora él ha vuelto a hacer ese camino, acompañado del burro Paolo. Como en sus dos películas anteriores Emak bakia y Zumiriki, Alegría nos invita a introducirnos en otras dimensiones espacio-temporales para paladear los lugares y el paso del tiempo sin prisa. Dicen que esta película está hecha de silencios y de niebla y que la gente que la ha visto se ha quedado hipnotizada, tanto en EEUU como en Japón. Ojalá llegue pronto por aquí.