De acuerdo con los primeros calendarios que circularon, hoy debería estar resuelta la investidura de Pedro Sánchez. O, como poco, debería empezar a resolverse. Pero no solamente no es así, sino que en el minuto de teclear estas líneas, ni siquiera está cerrado el acuerdo entre los que están llamados a ser socios en el gobierno que se propondrá al resto de las formaciones.

¿Y va a tardar mucho? Pues, según escuchamos ayer al portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, con pachorra infinita, están confiados en firmar el pacto “en octubre”. Vamos, que puede ser hoy, mañana, pasado... o dentro de una semana, que es cuando se acaba el mes.

Según el mismo portavoz, las diferencias están en cuestiones propias del ministerio que sigue dirigiendo en funciones Yolanda Díaz. Hablamos de la reducción de la jornada laboral o de la reforma de los despidos. ¿De verdad cree alguien que, aunque hubiera discrepancias ahora en esos asuntos, Sumar va a romper la baraja dejando el paso a la repetición de elecciones? Por supuesto que no. Y no es serio jugar con ello.

Feijóo celebra el Estatuto incumplido

Como avanzamos aquí mismo, Alberto Núñez Feijóo inició ayer en la pecaminosa Baskonia su gira para vender lo que sus ocurrenciólogos han dado en llamar “autonomismo amable”. Fue en sesión doble. Por la mañana en Bilbao y por la tarde en Gernika, donde tuvo el cuajo de plantarse en la Casa de Juntas para rendir sentido homenaje al Estatuto que lleva el nombre de la villa foral... y que su partido, cada vez que ha estado en el Gobierno, no ha dejado de incumplir sistemáticamente. Como el PSOE, tampoco vamos a engañarnos, porque entre unos, los otros y los antecesores se han tirado los 44 años que va a cumplir mañana el texto negándose a obedecer lo que estipula su articulado. Solo cuando han sido necesarios los votos del PNV han ido cayendo las competencias eternamente pendientes. Y no solamente ha sido eso. Como no deja de denunciar el Gobierno Vasco, en estas más de cuatro décadas, incluso muchas de las transferencias ya materializadas han sido erosionadas, cuando no cercenadas. Así que hay ciertas celebraciones que están muy de más.