Los asuntos que llevan tiempo dando vueltas por los tribunales tienden a arroparse con complejidades jurídicas y terminología enrevesada. Pero el sentido común también ha de tener su espacio y en este caso la ley es clara –clara y refrendada por el Constitucional– al precisar que no cabe financiación pública para los colegios que separan a su alumnado por sexos. La Educación en Navarra es mixta y si no te gusta, estás en tu derecho pero tú pagas el total de lo que supone instruir a un niño o una niña fuera del calor de los conciertos educativos que, por el único ejemplo que conozco en esta comunidad, asciende a unos 1.000 euros al mes.

Todo lo demás es marear la perdiz. Ahora les ha tocado el turno a las familias de los alumnos de Bachiller de El Redín y Miravalles, quienes han visto como el TSJN ha desestimado su recurso contra la decisión del Gobierno foral de extinguir su concierto por el motivo señalado. Se ha aplicado correctamente el procedimiento de extinción, no se han vulnerado derechos ni causado indefensión a los demandantes y, muy importante, de ninguna manera se ha acreditado que el hipotético cambio a un modelo de enseñanza mixto perjudica a los alumnos menores. Más vale, sólo pensar que el 98% de los padres podíamos haberlo hecho mal con nuestros hijos…