Vviene otro apagón. No tiene que ver con la factura de la luz. Son cosas de la televisión. Del imparable progreso tecnológico. A partir del próximo 14 de febrero, la TDT emitirá únicamente en el sistema HD, diciendo adiós de manera definitiva a los canales en calidad estándar (SD). Una medida que, según destacan los expertos, supondrá “una mayor calidad de imagen y sonido”. Así que, una vez eliminados del mapa los que pierdan el paso ‘del futuro ya está aquí’, habrá que resintonizar los canales de esas televisiones tan planas como un sobre vacío y tan inteligentes que les falta hablar.

Recuerdo, al hilo de estos cambios, el primer aparato que entró en casa, un robusto modelo de General Eléctrica Española con envoltorio de mueble de salón, con tres o cuatro teclas, una rueda para sintonizar y unas enormes válvulas electrónicas que le salían al aparato en la chepa. Como por entonces solo emitían dos canales, no hacia falta mando a distancia; cuando la imagen desaparecía (que pasaba a menudo) y aquellas rayas horizontales poblaban la pantalla, la mejor herramienta era la palma de la mano para aplicar unos delicados golpes en un lugar sensible de la caja y recuperar la retransmisión. Inseparables de la tele eran aquellas mesitas portátiles sobre las que se apoyaba el aparato. Completaban el cuadro alguna pequeña figura decorativa colocada en la parte superior, un tapete de encaje o una funda para evitar el polvo que, inevitablemente, se acababa filtrando entre las válvulas. La tele dejaba de emitir alrededor de la medianoche y volvía a la una y media de la tarde.

Ahora que el futuro es del nativo digital, los que venimos del blanco y negro hemos tenido que realizar un intenso cursillo de aprendizaje de los mandos a distancia y de las funciones de cada botón. Este de la unificación en el sistema HD es otra mejora en la calidad que compensa el proceso de resintonización y el tiempo empleado después en ordenar numéricamente los canales según gustos. Al menos mientras subsista la televisión en abierto, acosada ahora por la múltiple oferta de las plataformas. Pero ese será otro apagón.