No parece que haya ningún líder o dirigente político, religioso o moral ni ningún país del mundo que pueda detener esta brutal guerra o, mejor dicho, lo que se ha convertido en una masacre por parte de Israel sobre Gaza. Tan frustrante que me quedo en este momento con dos nombres como tabla de salvación: el del fiscal general de la Corte Penal Internacional Karim Khan (británico-musulmán) y el de la abogada de derechos humanos y de origen libanés Amal Clooney, del grupo de expertos jurídicos internacionales que ha asesorado a Khan. Para mí, superhéroes. Quiero pensar que el trabajo realizado por estos abogados es tan exhaustivo e independiente que los jueces del que es el máximo tribunal internacional a la hora de probar los crímenes más graves (organismo creado en 2002) no van a poder rechazar la acusación de crímenes de guerra y el arresto del jefe de estado israelí, su ministro de Defensa, y de la cúpula de Hamas. Quizás no sirva para nada pero la denuncia bien armada es un paso importante contra la impunidad: Se les imputan delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra desde el 7 de octubre de 2023. Llama la atención que en la ristra de cargos, con testimonios de testigos, evidencias documentales, vídeos y fotografías se acusa a Israel, además de asesinato, persecución y exterminio, de ataques directos a civiles y se habla de la “inanición de civiles como crimen de guerra”, es decir, de matarde hambre a la población. Y a Hamas (Sinwar, al Masri y Haniya), de exterminio, asesinato, toma de rehenes como arma de guerra, tortura, etcétera. Amnistía Internacional ha aplaudido la medida, una oportunidad “largamente esperada para poner fin al círculo vicioso de impunidad que ha imperado durante décadas en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, y para restablecer la credibilidad del sistema de justicia internacional”.

Entre tantos misiles y tanto dolor que alguien ponga su firma en un papel para pedir que se juzgue al actual presidente de Israel sin dejarse intimidar es, cuando menos, elogiable. De hecho Khan es un tipo duro que ya sufrió un secuestro por sus investigaciones acerca de los bombardeos con ‘drones’ de la CIA en Pakistán. También el año pasado la CIA ordenó el arresto contra Putin acusado de facilitar la deportación forzada de niños ucranianos a territorio ruso. En respuesta, Putin dictó órdenes de detención contra Khan y los jueces de la CPI. La petición del fiscal Karim Khan -que ha investigado los delitos del yihadista Estado Islámico (EI) pero que como abogado se las sabe todas porque también defendió en su día a algunos dictadores- de ordenar el arresto de Netanyahu y de su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y de la cúpula del grupo terrorista Hamás, debe ser refrendada ahora por los jueces de la CPI, lo que puede llevar varios meses según admiten fuentes jurídicas, que también aseguran que ni Netanyahu ni Gallant podrán viajar al exterior por el riesgo de ser detenidos. Hace tiempo que la abogada Amal Alamuddin era conocida más allá de ser la esposa del actor George Clooney. Hoy, me quedo con una frase que la célebre activista ha revelado en una entrevista: “Nunca aceptaré que la vida de un niño tenga menos valor que la de otra”.