Familias de 14 centros escolares que durante los 4 próximos cursos tendrán jornada partida pese a que en la votación efectuada en sus colegios ganó la jornada continua exigieron el otro día en el Parlamento una “normativa más democrática” para elegir jornada escolar, ya sea para cambiar de partida a continua o a flexible o a la inversa. Actualmente, la orden foral que rige las votaciones exige que el 60% del censo vote a favor de la continua –dentro de 4 años creo que para cambiar de continua a partida también haría falta el 60% del censo, igualmente injusto–, un porcentaje que también afeó en una Resolución el Defensor del Pueblo y varios de los partidos políticos que conforman o apoyan el Gobierno Foral –Geroa, Contigo y Bildu–.

El PSN, partido en el que milita el consejero de Educación responsable de la normativa, Carlos Gimeno, defiende el sistema actual, un sistema que otorga a la abstención el mismo valor decisorio que quien ejercita el derecho a voto ya sea para una jornada o para otra. Al final, este proceso que se vivió hace unos meses en la inmensa mayoría de colegios públicos navarros –solo unos pocos no votaron al no considerarlo así sus consejos escolares– hizo que se pasara de un 85% de colegios públicos en continua a un 81%, mínimo descenso pese a las condiciones leoninas exigidas.

Algunos de los colegios que ahora tendrán 4 años de partida y que venían de la continua vieron cómo no llegaban a la injusta cifra exigida por apenas 1, 2 o 3 votos y en otros casos cambiaron a jornada partida –pese a que la continua ganó su votación– al compartir transporte público con otro colegio en donde por prácticamente nada no ganó la continua= ambos partida. Educación tiene ahora la obligación de informar si acepta o no la resolución del Defensor del Pueblo, que pide derogar estas cifras del 60%. Mucho me temo que Educación no se va a bajar de ese carro.