El concierto de abono de la Euskadiko Orkestra fue un tanto decepcionante porque se cayó del cartel una de las obras más esperadas del año: Peleas y Melisande de Schoenberg, obra que rara vez se escucha en directo y con perspectivas de gran versión. En fin, también asumimos, con resignación, el cambio de la quinta de Bruckner –precisamente cerrando el año Bruckner en diciembre–.

No es que lo escuchado no tenga entidad, sino que hay obras que, por el orgánico requerido, solo lo podemos escuchar aquí por esta orquesta. Se mantuvo el concierto 1 para piano de Brahms, en la versión del pianista Denis Kozhukhin, con garra y fortaleza en el teclado para la densidad de la partitura, bien secundado por la orquesta, dirigida por Alexandre Bloch, titular de la orquesta de Lille, que hizo una sexta de Dvorak bien dirigida, pero no siempre secundado en sus intenciones, por los miembros de la orquesta. Bloch tiene un gesto de amplios brazos, expansivo para una versión grande de Dvorak, a la vez que se preocupa de matizar y sacar brillo a las diversas familias, por ejemplo, los chelos en el adagio. En algunos momentos, tiene que ponerse en cuclillas para pedir que apiane la orquesta: quiere ir de la nada a la plena apertura del sonido; no siempre lo consigue. Es enérgico y claro. Confiere heroicidad al comienzo y ritmo un poco frenético al estallido final, pero de plena coherencia con su versión.

Euskadiko Orkestra

Dirección: Alexandre Bloch. Piano: Denis Kozhukhin. Obras de Brahms y Dvorak. Lugar y fecha: Baluarte. 15 de enero de 2025.

Después de la gozosa visita de la Joven Orquesta N. de España, otros dos conciertos de gran formato orquestal han ocupado este musical comienzo de año. La Euskadiko Orkestra, y la de la Comunidad de Madrid.

Éxito total de la Orquesta de la Comunidad de Madrid en su visita al abono de la Sinfónica de Navarra. Alondra de la Parra pergeña un programa muy atractivo para el público, y nos descubre al gran violinista Guy Braunstein. La orquesta presenta su calidad técnica y disciplina en la Obertura de Grazyna Bacewicz, una violinista que traslada a las familias de cuerda, incluidos contrabajos, el virtuosismo del solista.

Es una obra garbosa, de las que despiertan al auditorio, muy bien recibida. Guy Braunstein es todo un personaje, además de excelente violinista (fue concertino de la de Berlín). Como a Saraste, le gusta trasladar a su instrumento todo lo mejor y más bello del repertorio, y, a través de su humanísimo violín, transmite optimismo, buen gusto y fraseos admirables, entretenido virtuosismo, y amor por toda la música. Quedará para el recuerdo el canto del violín en el aria de la Luna de Rusalka. Y, también, el arreglo del Pas de deux del Lago de Tchaikovsky, que dio de propina con la orquesta.

Orquesta de la Comunidad de Madrid

Dirección: Alondra de la Parra. Violín: Braunstein. Programa: Grazyna Bacewicz (1909-1969), Obertura. Dvorak / Braunstein: Fantasía sobre Rusalka. Rimsky-Korsakov: Sheherezade. Lugar y fecha: Baluarte. 16 de enero de 2025.

Por cierto, el acompañamiento de ésta, siempre impecable, adaptando su volumen al solista. Una danza de Brahms a solo despidió al violinista que recibió una de esas grandes ovaciones. La versión que Alondra hizo de Sheherezade fue una de las mejores que hemos escuchado. De concertino, Baunstein (de nuevo la grandeza de este hombre, sin divismos). Muy bien elegido el tempo, sin prisa, tranquilo al principio, solemne; lo retendrá a su antojo a lo largo de la versión, siempre para dar colorido a la obra: algo fundamental. La respuesta de los primeros atriles, verdaderos solistas, es impecable: trompa, fagote, oboe, clarinete, flauta…, como la frondosidad de la cuerda y los colmados tutti. La última visita al famoso tema (repetido, sí, pero que no se gasta), de Braunstein fue de tal delicadeza, que marcó, como nunca, el volátil final.