¿No sería que usted sí quería algo con él? ¿Cómo va a estar usted con este señor a su casa? ¿Pero le dijo que parara? Es la filtración de la declaración de Adolfo Carretero, juez del ‘caso Errejón’, a Elisa Mouliaá presuponiendo que denuncia por despecho.

Actitud prepotente y machista que denota el doble rasero de la la justicia. Es difícil que alguien tenga el arrojo de denunciar una agresión sexual y mucho contra alguien con poder o relevancia si sabe que se va a enfrentar a un tercer grado en tribunales que juzgan antes de sentenciar. Porque cada uno y cada una podemos tener diferentes opiniones de lo que ha ocurrido o del tourneé por las teles de la actriz pero un juez o una jueza es una persona que ha sacado unas oposiciones, está al servicio público, debe velar por la justicia, no está por encima del bien y el mal ni ungido por ningún poder divino para humillar a ninguna mujer.

Es imposible que con este comportamiento las víctimas de violencia machista se sientan protegidas ante la justicia. Una vez más se les vuelve a cuestionar. Ya pasó hace 23 años con el caso Nevenka; la Fiscalía General llegó a abrir diligencias al fiscal por tratarla como una acusada. A las generaciones jóvenes les recuerdo la cita textual (2002): “¿Por qué usted que ha pasado ese calvario, usted que no es la empleada de Hipercor que le tocan el trasero y tiene que aguantarse porque es el pan de sus hijos... por qué no dice no!

Carretero reclamaba ayer a la Fiscalía que investigue la filtración. Dicen que este vídeo le perjudica a ella en su causa pero yo opino que él se retrata. El problema es cuántos Carreteros hay camuflados entre jueces y fiscales.