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El farolito

F.L. Chivite

La quimera

La quimeraX

Vi un programa de televisión en el que decían que cada vez hay más perros veganos, Lutxo. Por expreso deseo de sus amos veganos, naturalmente. Entrevistaban a una veterinaria de animales veganos: no paraba de sonreír, la señora. No le faltaban motivos. Al parecer, se dedicaba a la elaboración de dietas veganas individualizadas para perros de gente con alto poder adquisitivo. Dijo que su negocio iba viento en popa. Y le creo.

Para forrarse, solo hay que entender el espíritu de la época y tener una buena idea antes que nadie. Parece sencillo. En fin, pues eso, que estamos un día más ahí, en la terraza del Torino, Lucho y yo, como siempre, y me suelta: Si has sobrevivido a la infancia, estás roto. Eso me suelta. Y ¿cómo lo suelta? Mirando al horizonte, así es como lo suelta: con amargura. Últimamente dice que está depre.

Llega la primavera y el gnomo se pone depre. Pero bueno, lo que yo te quería decir, sin más, le digo, es que la conciencia humana está cambiando mucho, Lutxo. Y muy rápidamente. Ya se hacen más pañales para adultos que para bebes. La gente prefiere perros a hijos. Eso indica un camino directo hacia un mayor grado de individualización. Cuanto más individualización, más conciencia: funciona así. Llegará el día, no muy lejano, en que preferiremos perros robóticos porque serán encantadores y estarán muy bien hechos, le digo. Hasta puede que hablen y lo hagan con sensatez.

Y entonces me suelta, como siempre: esperemos que sea para bien. Y le digo: Ya sabía que ibas a decir eso. Y me dice que esa frase solía decirla mucho su abuela. Menudo tipejo está hecho, pretende ignorar que es un ser imaginario: finge que ha tenido una abuela fatalista que murmuraba sentencias. Intenta engañarse a sí mismo. Así que le digo: Tú no has tenido abuela, Lutxo, tú eres solo una quimera efímera de mi loca fantasía. Y me suelta, una vez más: Esperemos que sea para bien.