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Adolescencia virtual

La serie va de un chaval de 13 años con baja autoestima, que cree que no gusta a las chicas -‘célibe involuntario’-, no acepta el rechazo y es acusado de asesinar a una chica

Adolescencia virtualNetflix

La serie de Netflix ‘Adolescencia’ relata la historia de Jamie Miller, un adolescente de 13 años, acusado de asesinar a una compañera de clase, Katie. Me consta que lleva varias semanas on fire pero yo tuve ocasión de verla el pasado finde. Es una cinta muy cuidada que habla de cómo se engendra la violencia machista desde sus orígenes, empezando por lo que tus padres esperan de tí. Retrata la violencia extrema que es capaz de desencadenar un chaval de 13 años al que detienen por supuestamente agredir y matar a una alumna de su clase sin que nadie haya percibido señales de alarma. Familia, escuela, comunidad... Pasar de cero a cien, del uniforme de clase a estar fichado por la policía, de estar detenido pero continuar tu relato como si nada pasara, sin señal alguna de arrepentimiento. La recomiendo sean o no padres de criaturas porque lleva implícita una crítica social brutal a un mundo paralelo donde los adolescentes no controlan las redes sociales y éstas terminan convirtiéndose en una pantalla de una realidad ficticia. Negando lo que ocurre fuera, disociándose.

Me gusta porque pone el foco en algo de lo que apenas se habla, de todo lo que rodea a un chaval (hetero y sexo masculino), un chico nada conflictivo, al revés, miedoso y delicado, más niño que joven, tremendamente inteligente y con un potencial increíble pero que se aisla socialmente porque sufre baja autoestima. Un chaval frío y calculador cuyo mundo interior y sentimientos desconocen sus padres —una familia de padres protectores y una hermana de 18 años con una vida encarrilada— en un momento clave de su vida. Los 13 de ahora son, sin duda, diferentes. Dentro de su habitación nada malo podía pasar...

El despertar de los chavales a las relaciones afectivosexuales a través de internet, sentirse integrado en un grupo (sufrir bulling en clase, ser un fracaso en el fútbol), procesar el rechazo de una chica... todo ello es una bomba de relojería. No gustar a las chicas por verse feo. Grupos virtuales (el llamado movimiento incels, célibes voluntarios, que no es nuevo por cierto) que manipulan las redes sociales a través de bulos y fakenews, que dicen que la mayoría de las chicas no quieren a los chicos, que al 80% de féminas le gusta un 20% de chicos. Va por descontado que los que triunfan en ese 20% son los malos malotes, los promiscuos y manipuladores.

Y, en el lado de los perdedores, un chico vulnerable, envenenado y convertido en un adolescente herido, sufriente, que desprecia a una chica que le rechaza. Y a las zorras se les castiga por abusadoras, según ese discurso. La escena de la entrevista con la psicóloga es brutal. La violencia física y psicológica que ejerce hacia ella en su interrogatorio lo dice todo de un chaval egocéntrico. Desde luego que no hace falta que un chico llegue a estos extremos para que nos preocupe como sociedad. Las redes y nuevas tecnologías pueden ser aliadas siempre que los chavales tengan criterio para discernir lo que encuentran. Espero no haber hecho spoiler.