La CHE es Dios. Lo saben todo, manejan todos los datos y tienen la llave del grifo que da entrada y salida al agua que se almacena de nuestros ríos, más caudalosos que nunca en esta loca primavera. Tienen todo bajo control, aseguran, y en el caso de Itoiz, dejan claro que el vaso ni se sobra ni se rompe. Los vecinos de Aoiz y del valle de Lónguida estaban inquietos esta semana al comprobar que el pantano estaba lleno, superando el 100% de su capacidad el pasado martes (100,08 con unos 418 hm3 de agua almacenada).
Ese mismo día a las nueve de la noche se iniciaba -bajo control de la CHE- el desembalse, y el agua iba saliendo por los aliviaderos y turbinas. Si ayer entraban 15 m3 por segundo del caudal del río, salían 18 m3. Ha llovido mucho y de manera torrencial pero Itoiz no se ha llenado porque haya caído de repente mucha agua. Se ha dejado subir el nivel de forma programada y controlada para testar el comportamiento y monitoreo de la presa. Es decir, se han hecho pruebas técnicas antes de decidir soltar el agua. No sabemos de qué tipo pero benditos ingenieros habrá que decir.
No preocupa que el agua salga ahora de golpe porque al parecer no hay posibilidad de inundar huertas en Aoiz ni anegar aguas abajo a otros pueblos ante una posible avenida de agua. El temor, de lo más racional, es a que un pantano de esta magnitud, digamos, colapse. Y esa preocupación es entendible cuando se vive cerca de Nagore. No saber qué es lo que está pasando. Quieren estar y sentirse seguros, y es normal que quieran disponer de más información, que es lo que ha pedido el Ayuntamiento, que desde la CHE se comunique al Ejecutivo y al Consistorio este tipo de pruebas de llenado para que no cunda la alarma. Y no saberlo horas antes de que se quite el tapón y después de preguntar. Eso sí, la CHE les transmite que la seguridad es total.
De hecho, podían haber soltado más caudal al río días atrás y no lo hicieron porque estaba programado que el vaso llegara al tope, admite el alcalde de Aoiz Ángel Martín Unzué. Y que si de pronto hubiera habido una avenida a lo Dana no se habría admitido la entrada de más agua al embalse. Pero como no había ocurrido algo así en quince años los vecinos estaban preocupados.
Dicen por otro lado los expertos que el propio sistema de construcción en hormigón compactado de la presa junto a otros métodos de seguridad son una garantía que hacen que no se pueda rajar el vaso aunque esté a tope. El agua tiene su salida al Canal de Navarra que también se controla, y pasa también por la central hidroeléctrica de Canasa; un sistema de flujos de agua complejo en todo caso. En la web hay una cascada de información a tiempo casi real por parte del CHE. El nivel de Itoiz estaba a las diez de la noche al 99,92% (417 hm3, es decir, un hm3 menos). Siempre es mejor que el contador baje de cien y comprobarlo en su web. No vaya a ser como en Yesa que se mueva alguna ladera.