Yo no tengo ni idea de clima, ni de meteorología, soy incapaz de interpretar un mapa de isobaras y veo nubes en las imágenes de satélites y no tengo ni idea si son así, asá, dejan agua, no, etc, etc. Por supuesto, no tengo el mínimo conocimiento para saber si hay o no hay cambio climático. Pero sí que puedo mirar datos y compartirlos, aunque hacerlo no signifique que crea que hay o no hay nada: solo pongo datos. Pamplona, por ejemplo, está viviendo el mes de junio más caluroso del siglo XXI. Hasta hoy –escribo esto ayer–, la media de temperatura en el medidor del Labrit es de 21,7 grados, 2,5 grados más que la media histórica -19,2 grados de media- y 0,3 grados más que el junio de 2022 –¿recuerdan los terribles incendios y aquellos días de casi 40 grados?, pues fue junio de 2022– y un grado más que 2017, el otro año que desde 2011 ha pasado la media de los 20 grados. Además, anuncian un sábado, domingo y lunes calurosos, lo que adelanta una media que rozará o superará los 22 grados de media, que son cifras que se suelen alcanzar en julio y agosto, los meses calurosos por excelencia en Navarra. ¿Es esto consecuencia de un cambio de patrón, de la misma manera que la gran cantidad de tormentas con granizo que hemos tenido esta primavera? Ya les digo que no tengo ni la más remota idea, pero sí es cierto que las cifras están ahí y que numerosos expertos en esta materia fundamentan en datos y tendencias que efectivamente sí estamos ante un cambio, mientras que otros aseguran que ni mucho menos y que son oscilaciones que siempre han tenido lugar a lo largo de la historia. El caso es que salvo marzo y mayo, que fueron meses fríos con respecto a lo habitual o al menos en la media histórica, el resto del año está siendo más cálido, lo que vendría a confirmar una tendencia al alza que al menos para muchos científicos y expertos tiene su base en ese famoso cambio.