Independentistas, fachas y machitos omegaEFE
No es asunto solo de hoy. El Día Internacional fijado cada año para denunciar la violencia contra las mujeres está ahí por deméritos propios. La ideología de género encuentra en la de manada a su alter ego: los machos alfa no son demasiados, pero los machitos omega que hallan calor en su rebaño empiezan a ser legión. Un estudio revela que a sus víctimas les roban también su memoria verbal y las obligan a un esfuerzo añadido para expresarse, reconocer palabras y leer.
No ha hecho igual fortuna el antimachismo -no hablo del feminismo, sino de un modelo más transversal y concentrado en este aspecto- como sí parece haberla hecho el antifascismo. Nominalmente, pocos se confiesan fachas. Otra cosa es lo que te encuentras al rascar la superficie de cada tic xenófobo, totalitario u homogeneizador. Esas declaraciones que empiezan con “yo no soy racista, pero...” y que se han vuelto combinables con todo.
La gota que colma
¿Desagravio español a Gernika?
¿Y si viene Felipe VI? Ayer abría EITB la expectativa de la visita de Felipe de Borbón a Gernika. El monarca español podría acompañar al presidente alemán en el acto de desagravio a la Villa por el bombardeo del 37. No consta que vaya a imitar las disculpas por la barbarie. A este rey, como a aquél, lo ha amparado el relato de que esta democracia no es responsable de los hechos de aquella dictadura. Pero esta monarquía es su heredera predemocrática y, por ello, su vínculo es mayor que el del actual presidente de Alemania con el nazismo. Steinmeier va a hacer Historia. ¿Borbón va a seguir huyendo de ella?
Por esa vía ha crecido en Catalunya Aliança Catalana. Se traviste de independentismo pero uno de cada tres de sus potenciales votantes, según el último sondeo del Govern catalán, admiten no serlo. Un dolor de cabeza para Junts si le merma todo lo que se apunta.
Por la pegatina de ‘antifa’ quiere crecer a su vez EH Bildu. Otegi equipara acusar de fascismo con combatir el totalitarismo, pero aplaude como propio el modelo totalitario de algunos de los regímenes más criminales. Y, como le pasa a Aliança Catalana, también las estrategias de independencia en el relato quedan constreñidas a una orla de prioridad soviética.
Mientras, García Ortiz proponía ser cesado ayer mismo de su cargo de fiscal general. Una dimisión inducida por la condena, a falta de sentencia, del Tribunal Supremo. Sánchez continúa su viaje sin unas alforjas que quizá debió apartar cuando se anunció el juicio oral. Quién va a proteger el entramado institucional democrático cuando sus tuercas y tornillos, aforadas o togadas, no le dan estabilidad.