Leí con interés la entrevista que el pasado fin de semana se le hizo en este medio a Javier García, actual presidente del PP en Navarra y su portavoz en el Parlamento. Al PPN le votaron 24.000 navarros en 2023 y nunca está de más saber qué mensajes manda su líder. En la mayoría de las cosas que dijo no se salió del guión que uno tiene en su cabeza, con el Chivite debe dimitir como máxima central. Me sorprendió, eso sí, que dijera esto: Creo que Carlos Mazón ha sido un ejemplo, ha dado la cara y ha sido valiente, no como otros. Hay que ser, efectivamente, muy valiente para pasar por este tema con un argumentario así, cuando Mazón si algo precisamente no ha hecho ha sido ser valiente, puesto que ha ocultado repetidas veces y durante meses sus actividades el 29 de octubre.
Y, más allá de eso, me quedé con su respuesta cuando le preguntaron por Mikel Zabalza: Sobre lo que pasó hay versiones totalmente diferentes, las circunstancias fueron las que fueron en ese momento, el contexto, qué pasó ese mismo día... Hay cuestiones que quedan en tierra de nadie. Hay muchas cosas que rodean a esas circunstancias, lo sucedido es también un contexto, una situación que habrá que entenderla también en su momento, y habrá que ver qué es lo que sucedió, cómo sucedió y qué pasó. Cuando se dice que a la izquierda abertzale le queda un recorrido por hacer se está en lo cierto, pero no menos cierto es que a mucha –o toda– derecha –institucional como García y a nivel de ciudadanía– no le queda menos. Queda poca gente en este país que no sepa casi al 100% qué pasó en Intxaurrondo o al menos dónde murió Zabalza.
No hace falta convertirse en martillo de quienes lo hicieron, pero sí al menos evitar transmitir la misma empatía que una ameba. Desgraciadamente, hay tantas personas así que por eso familias como la familia Zabalza llevan 40 años sin conocer su verdad. Democracia según para quién y cómo.