Sobre el 15-M

Me gustaría dejar constancia de mi apoyo al movimiento que está convulsionando el mundo político nacional. La respuesta pacífica e intelectual que una minoría está dando al comportamiento caciquil y caprichoso del 90% de nuestros políticos. Ya era hora de que desde las diferentes plataformas hiciéramos ver a los que no nos representan que las cosas no van bien.

Mas allá del paro, corrupción, terrorismo, vivienda, pobreza... hay un desasosiego que nos dice que gane quien gane las elecciones todo va a seguir igual, con el único cambio que en los coches oficiales, en las cenas de gala, en los grandes acontecimientos deportivos y en los casos de corrupción sólo cambiarán los sujetos activos. La revolución tecnológica, a veces tan aséptica en los temas de la calle, se ha convertido en el motor que impulsa a miles de ciudadanos a salir y expresar pacíficamente su repulsa a los que dirigen los diferentes núcleos de poder del Estado. No hay manipulación posible, me indigno, salgo de casa o lo expreso con mi ordenador y muevo a miles o millones de personas a que hagan lo mismo que yo.

El origen de esta revolución tecnológica nos lo da la respuesta que está cambiando el mundo árabe. La gente se da cuenta del poder de convocatoria de los ordenadores y lo utiliza. El final de esta revolución es incierto pero, haya o no prohibición, haya o no cambio, éste se ha producido y esto no va a parar la revolución tecnológica. Marcará el futuro de la sociedad que nuestros hijos, los del botellón, la poca preparación, los de la falta de valores, quieren para ellos. Seguro que viendo cómo trabajan en la Puerta del Sol esa sociedad será más justa y responsable que la que hemos construido en los últimos 40 años.