Yo diría ¡qué feliz es la ignorancia! Hasta hace unos días yo ignoraba que la presidenta del Gobierno de Navarra, el alcalde y otros gerifaltes políticos cobraban dietas de la Caja de Ahorros de Navarra. La señora presidenta declaró que ella este año renunciaba a esos beneficios. Pero, ¿cómo se los ganaba antes? ¿Pasando el aspirador en las sucursales antes de ir a cumplir con sus obligaciones por las que supongo que cobrará un pequeño sueldo? Será más o menos como el mío de viuda de 437 euros mensuales que percibo a través de Caja Navarra que, eso sí, se preocupa de cobrarme 10 euros de comisión cada dos meses. ¿Qué hago? ¿Sigo peleándome cada dos meses para que me los devuelvan o soy tan caritativa que se los regalo para ser solidaria con la crisis? Sin comentarios. Los que estén en mis condiciones lo entenderán. Y al resto, ¡qué les importamos! Años de cotización y de esfuerzos para que entre unos y otros nos dejen en estas condiciones.