He recibido con preocupación y tristeza la noticia de la posible desaparición de AGAO por la retirada de la subvención o subvenciones que hasta ahora venían recibiendo de las instituciones públicas.

He tenido la suerte y el privilegio de trabajar en tres ocasiones para AGAO. En sus dos primeras temporadas y, 20 años más tarde, en su última temporada, en la producción del L'elisir d'amore de octubre pasado. En esta última ocasión me encontré con un equipo directivo completamente renovado. Diferentes personas, pero la misma ilusión, el mismo entusiasmo por difundir la ópera en Pamplona y en Navarra. Personas con ese brillo en los ojos que solo tiene la gente que hace lo que le apasiona. El relevo generacional está garantizado.

Se sabe que hoy en día la ópera no es un negocio, como otras muchas formas de cultura, museos por ejemplo, y se necesita de aportaciones públicas para llevar a cabo proyectos interesantes. Lo que AGAO ha hecho durante más de 20 años se puede calificar casi de milagro. Con la colaboración de sus socios y la ayuda pública han realizado espectáculos de una gran calidad, con artistas en su mayoría españoles, muchos navarros, y gran número de actividades como el Concurso de Canto Gayarre, con gran proyección nacional e internacional. Lo que yo llamaría en términos empresariales, relación calidad precio imbatible. Con el añadido de la creación de diversas infraestructuras, coro, orquesta, equipo de producción que, con continuidad, dejarán un poso cultural en esta ciudad con un potencial de futuro muy importante. No soy político ni entiendo de luchas de poderes, pero creo sería un despilfarro irresponsable perder esta experiencia, estos contactos, esta eficacia, estas infraestructuras, esta pasión que ha acumulado AGAO en 22 años. Tiene que haber una forma de colaboración, de unificar objetivos para ir en la misma dirección y de coordinar esfuerzos para lograr la máxima eficacia. Es lo que les pediría a las instituciones públicas navarras que consideraran, por encima de intereses políticos, partidistas o de afanes monopolistas por controlar la cultura. AGAO es un símbolo fundamental de la cultura musical navarra y merece el apoyo de las instituciones navarras para continuar sus actividades.