Llevamos días leyendo y escuchando una frase, en boca de una de las parlamentarias del PSN, en defensa de la Ley de Inclusión Social: "El objetivo es la inclusión, no la xenofobia, ni dejar a nadie fuera", se ha repetido en varias ocasiones, y de diferentes maneras.
Pues bien, dicha ley, que ha sido aprobada recientemente, es excluyente y resulta xenófoba, y ustedes lo saben. Lo saben porque la propia ley lo dice. La ley dice que a partir de ahora las personas que se encuentren en situación irregular no tendrán acceso a la prestación; unas dos mil personas que hasta ahora percibían la Renta Básica van a quedar fuera. La nueva ley las va excluir de ella, no porque no la necesiten (que la necesitan), no porque hayan cometido mayor o menor fraude o porque su situación sea mas o menos coyuntural o de exclusión, sino por no tener papeles, esto es, por ser extranjeras y estar sujetas a una legislación diferente de las personas autóctonas, que divide y condiciona sus vidas según se encuentren en situación regular o irregular.
Puede que la Ley de Extranjería ampare esta falta de ética y de compromiso social, como en este caso, pero no lo hace invisible, no lo justifica y mucho menos lo transforma en justo. Xenofobia, señores y señoras parlamentarias, es precisamente eso, discriminación de las personas extranjeras por el hecho de ser extranjeras.
Ya han sido bastante insensibles aprobando esta ley, pero ya que se han atrevido, asúmanlo y no ataquen la dignidad de las personas afectadas para tratar de justificarse. No ninguneen ahora a la gente que expulsan de la Renta Básica, no les digan que no existen. El ninguneo es también otra forma de discriminar.