Me atrevo a exponer cuatro sugerencias que, si fuéramos capaces de llevarlas a la práctica, no solo no perderíamos empleos, sino que además crearíamos nuevos, evitando también que nuestros jóvenes se fueran al extranjero en busca de un trabajo.

1º) Hay que erradicar las noticias pesimistas que permanentemente nos dan por todos los medios de difusión, pues son negativas al generar miedo, y este anula a la persona. Expresiones como ¡la que está cayendo!, ¡la que nos viene encima!, etcétera, son totalmente negativas. Acostumbrados como estamos a que nos mientan, que estas sean mentiras piadosas que ayuden a levantar nuestro ánimo.

2º) Las administraciones deben pagar cuanto antes a sus proveedores, dado que hay deudas millonarias que han provocado el cierre de numerosas empresas.

3) Incentivar a jóvenes emprendedores, previo estudio de sus ideas, para que puedan montar su empresa, con créditos blandos e impuestos atractivos durante un periodo de tiempo.

4) Inspeccionar los establecimientos del gremio de hostelería, bares, restaurantes, etcétera, y ver si sus instalaciones de cocinas, servicios, reúnen las condiciones de higiene necesarias, ya que en muchos casos dejan mucho que desear, y conceder en su caso créditos blandos para financiar las reformas que se les exigiera. Con ello se generaría mucho trabajo de fontaneria, albañilería, carpintería, etcétera.

Llevar estos cuatro puntos y alguno más a un coloquio televisivo, estimo pudiera ser positivo.