Las mujeres en el mundo, y en Navarra, somos más, pero contamos menos. La situación actual, marcada por la crisis, implica un riesgo de intensificar la división sexual del trabajo y las desigualdades que esto genera. Los estereotipos de género siguen condicionando las relaciones entre hombres y mujeres en esta sociedad. De esta forma de pensar vienen los comportamientos que consideran a las mujeres inferiores, y por lo tanto de su propiedad, llegando a matarlas si no le obedecen.

Hay que dotar de dinero suficiente, evaluar las leyes de violencia de género. La estatal y la navarra, con la participación del movimiento de mujeres. Hay que aplicar medidas urgentes de protección de la vida de las mujeres. La ley de alejamiento nunca será efectiva si dejamos que los agresores campen a sus anchas. Ante las cifras de mujeres asesinadas en tan solo 20 días, tenemos que pensar que hay mucho por hacer. Y en esto tenemos que implicarnos todos y todas. No podemos mirar hacia otro lado mientras las siguen matando día a día.