Elecciones en el Club Taurino de Pamplona. ¿Llega el salvador?
Me gustaría hacer alguna aclaración con respecto a las declaraciones vertidas por el candidato, señor Usechi, publicadas el jueves día 23 en este periódico, entre las que decía: "No perpetuarme, sino con la idea de sanear y enderezar el club".
Primero, la primera palabra es "perpetuarme". Este señor fue presidente durante 12 años entre 1992 y 2005. Ya sé que esto no es perpetuarse en el sentido literal de la palabra, pues el margen de tiempo de 2005 a hasta hoy es amplio, pero creo que su periodo presidencial fue más que suficiente y hay que pensar que su tiempo ha pasado y hay que dejar paso a otras personas que lleven adelante esta labor en el club.
Segundo, la idea es sanear el club. No entiendo qué quiere decir con sanear el club, pues a día de hoy las cuentas del club están más que saneadas, se está al corriente de pago y no se debe ni un euro a nadie, excepto la hipoteca que pesa sobre el local donde se ubica la sociedad. El precio del local en principio era de 50 millones de pesetas, que en su día, por arte de birlibirloque y los cambios sobre el proyecto que este señor se encargó de llevar a cabo, se disparó hasta los casi 116 millones de pesetas.
Tercero, dice que quiere enderezar el club, según la Real Academia de la Lengua, enderezar es: "poner derecho lo que está torcido o inclinado. Poner en buen estado una cosa, arreglar, enmendar, corregir, castigar". Según estas definiciones y tal como digo anteriormente, el club ni está torcido o inclinado, está en buen estado económico pues no hay ninguna deuda aparte de la hipoteca tal y como he comentado. Lo único que me queda por comentar es corregir o castigar. Si su idea es la tercera definición creo que no es quien para enmendarme, corregirme o castigarme. Señor Usechi, no quiera venir de salvador porque no se lo cree nadie, los héroes están muy bien en los cómics y usted no da la imagen de superhéroe. Lo mejor que podría hacer es retirar la candidatura y dejar trabajar a quien no le hace falta tirar por tierra la labor que hasta el día de hoy he tratado de llevar como presidente del Club Taurino de Pamplona.