Una vez anulada la aprobación definitiva del PGM, es el momento de decidir qué se va a hacer con el Plan redactado. La reunión celebrada para ello por dictamen del Pleno, en el día de hoy, con la presencia de responsables técnicos y políticos del Gobierno de Navarra, Ayuntamiento, equipo redactor y miembros de la Plataforma no ha cubierto los objetivos previstos de "estudiar si alguna parte del Plan puede ser aprovechable".
Los partidarios de seguir adelante contra viento y marea siguen en su empecinamiento por planificar a lo grande, por recalificar, para construir en cuanto se pueda. Nuestra postura, acorde a los tiempos actuales, habla de comenzar por un estudio serio de necesidades reales de vivienda para consensuar el desarrollo necesario en un verdadero proceso de participación ciudadana. No vemos otra opción, ante el actual Plan que no ha convencido ni al Gobierno de Navarra, ni al Defensor del Pueblo, ni a la oposición, ni a una parte muy importante de los vecinos y concejos del valle. Tampoco cumple, hasta el momento, con lo requerido por Confederación Hidrográfica del Ebro, Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y, lo que es más importante, con las necesidades residenciales reales de los vecinos, que no demandan vivienda sino servicios.
El Plan de Ordenación Territorial aprobado por el Gobierno de Navarra unos días después del fallido intento de aprobación del PGM de Egüés, hace unas recomendaciones vinculantes para la redacción de planes urbanísticos. Con respecto a la zona que nos ocupa, el Área Metropolitana de Pamplona (AMP) indica como objetivo en su Art. 39: "Moderar el crecimiento demográfico del AMP". Habla también el POT de "proteger el carácter rural de los núcleos periféricos", cosa totalmente incompatible con el desarrollo planteado.
Por todo ello, entendemos que ha llegado el momento de adaptar la EMOT y el PGM a las nuevas circunstancias socioeconómicas y demográficas y volver a redactar ambos con un nuevo formato que sea receptor de las necesidades reales de los vecinos del valle.