Oposiciones, políticos y demás corruptelas
La clase política navarra entiende que enviar a fotocopiar un examen a una empresa donde hay trabajadores que se presentan al citado examen y que para colmo uno de ellos queda en primer lugar es un hecho lógico y normal. La clase política navarra entiende que el nivel de dificultad entre las tandas es similar, a pesar de que más de un 90% de los opositores que van a acceder a las plazas son de la primera tanda. De los 25 primeros, 24 son de la primera tanda (salvo el trabajador de la empresa de fotocopias, que es entre los 25 primeros el único de la segunda tanda).
Nos exigen a los opositores pruebas concluyentes, es imposible ver lo que pudo pasar en un momento puntual en un lugar concreto y cerrado, en el que no estábamos presentes, pero la función de los políticos sí es garantizar que el examen se ha hecho con la más absoluta transparencia. Lo peor de todo es que en la siguiente oposición volverá a pasar lo mismo, el examen se hará en Navarra ya que a los políticos parece que les interesa mantener este sistema que no garantiza el acceso a la función pública por mérito y capacidad. Una vez más, habrá que denunciar este atropello, y la verdad es que espero que los jueces se den cuenta que enterrar los problemas solo genera más problemas.